Un alivio transitorio que deja las cosas peor de lo que estaban
Álvaro Manteca, responsable de estrategia de inversión de BBVA Banca Privada.
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08/07/2024

Un alivio transitorio que deja las cosas peor de lo que estaban

El análisis semanal de Álvaro Manteca, responsable de Estrategia de Banca Privada de BBVA
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08/07/2024

La política sigue en el punto de mira: las elecciones generales del Reino Unido de la pasada semana, la segunda vuelta de las elecciones francesas, las crecientes presiones sobre el presidente Biden para que reconsidere su candidatura para las elecciones de noviembre; así como el Tercer Pleno de China, dentro de dos semanas, mantendrán a los mercados enfocados en la política.

En el Reino Unido, las elecciones generales se desarrollaron en gran medida como se esperaba: los laboristas obtuvieron una cómoda mayoría al obtener 412 escaños, en comparación con los 121 que alcanzaron los conservadores. En los próximos días, los laboristas desgranarán su agenda política con mayor detalle, comenzando con el discurso del rey que inaugura el nuevo parlamento el 17 de julio. A lo largo del verano, es probable que se realicen algunos anuncios políticos como paso previo al presupuesto de otoño, que verá la luz entre los meses de octubre y noviembre. Se espera un gobierno ortodoxo y poco amigo de sorprender a los mercados.

Por el contrario, la segunda vuelta de las elecciones francesas dejó una inesperada victoria de la coalición de izquierdas, mientras que el temido partido de Le Pen quedó en tercera posición. Sin embargo, los mercados no están encontrando muchos motivos para el optimismo, ya que Francia se enfrenta a un período de inestabilidad política. En estos momentos, lo que parece más probable es un gobierno de centro izquierda, pero como no hay muchos puntos en común con los centristas de Macron, gobernar sería difícil. Tampoco es descartable un gobierno tecnocrático, que puede reducir los riesgos fiscales, pero no los eliminará. En definitiva, el gobierno resultante no podrá llevar a cabo políticas tendentes a estimular el crecimiento o a mejorar el estado de las finanzas públicas de Francia, aunque también impediría la implementación de políticas potencialmente peligrosas para la estabilidad financiera del país.

Finalmente, la cuestión política más importante desde una perspectiva global son las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos y, en este caso, la incertidumbre asociada a la candidatura de Biden sigue siendo elevada. En los últimos días, aparecieron informaciones contradictorias: por una parte, el New York Times informó que el presidente estaba considerando seriamente abandonar la carrera, mientras que un funcionario de la Casa Blanca desmintió esta posibilidad. Por su parte, las casas de apuestas estiman en un 70 % las probabilidades de que Biden finalmente se retire. La Convención Nacional Demócrata está prevista del 19 al 22 de agosto.

Sin embargo, aunque la política está en el centro del flujo de noticias, son los datos macroeconómicos los que pueden tener más influencia sobre los bancos centrales, en especial los que hacen referencia al mercado laboral. En este frente, el informe de empleo de Estados Unidos de junio mostró una ligera desaceleración del mercado laboral. Aunque se agregaron un total de 206 000 nóminas, cifra que superó ligeramente la previsión del consenso, la contratación de los dos meses anteriores se revisó a la baja en ciento 11 000 empleos. Esto deja el crecimiento medio de los tres últimos meses en ciento setenta y siete mil nóminas. Por otra parte, la tasa de desempleo repuntó hasta el 4,1 %, una décima por encima de lo esperado. El crecimiento salarial, por su parte, continuó avanzando a un ritmo sólido del 0,3 % mensual y del 3,9 % interanual.

A diferencia de Estados Unidos, donde la tasa de desempleo ha aumentado 0,7 puntos porcentuales desde sus mínimos, en la eurozona se ha mantenido estable en el mínimo histórico del 6,4 %. Aunque el paro ha aumentado en algunos países del área, lo cierto es que los mercados laborales europeos han mostrado hasta ahora una mayor resistencia que en Estados Unidos. Esto es debido en parte a que el mercado laboral europeo nunca llegó a estar tan tensionado como el estadounidense y, habida cuenta de que se prevé un crecimiento económico mayor en 2024 que en 2023, es probable que la tasa de desempleo se mantenga baja en la eurozona.

Además de los mercados laborales, los indicadores adelantados estadounidenses dieron señales de debilidad en junio. Así, tanto el indicador de servicios como el manufacturero cayeron a zona de contracción de la actividad, lo que sugiere una pérdida de impulso en la economía norteamericana.

En Europa, el IPC preliminar de junio bajó 0,1 puntos porcentuales, hasta el 2,5 % interanual, en línea con las previsiones del consenso, mientras que la inflación subyacente fue ligeramente superior a las expectativas y se mantuvo estable en el 2,9 % interanual. Por otra parte, los datos de actividad de la semana pasada mostraron más indicios de desaceleración del crecimiento en la eurozona. Así, los datos industriales de mayo en Alemania decepcionaron al mercado, al mostrar debilidad en los pedidos de fábrica y la producción industrial. De igual manera, las ventas minoristas de la eurozona en mayo registraron un deslucido crecimiento mensual del 0,1 %. En suma, los datos que nos van llegando sugieren que el crecimiento del PIB de la zona del euro se desacelerará en el segundo trimestre, desde el sólido 0,3 % registrado en el primer trimestre de 2024.

Este pódcast está locutado con la ayuda de herramientas de Inteligencia Artificial.