Tranquilidad monetaria, inquietud política
26/08/2024
El Simposio Económico de Jackson Hole, que se celebra anualmente, es un momento idóneo para que los banqueros centrales de todo el mundo reflexionen sobre el panorama económico general. Pues bien, el pasado viernes, el presidente de la Fed, Jerome Powell, reconoció que este panorama es mucho más favorable que en cualquier otro momento desde la pandemia.
Aunque los distintos participantes del evento fueron precavidos y evitaron declarar la victoria sobre la inflación de forma contundente, lo cierto es que el temor inflacionista, que ha sido la principal preocupación durante los últimos años, ha quedado en gran medida detrás de nosotros. En consecuencia, la política monetaria mundial debe iniciar su ciclo de flexibilización, que nos lleva a un escenario de menores tipos de interés. Como dijo Powell en Jackson Hole, la dirección del viaje es clara y queda poca incertidumbre sobre los próximos pasos de los principales bancos centrales: tanto la Fed como el BCE recortarán los tipos de interés 25 puntos básicos en septiembre.
El presidente de la Reserva Federal, además, dijo que la economía estadounidense continúa creciendo a un ritmo sólido, lo que permitió despejar los recientes temores de recesión. Sin embargo, lo que en realidad llamó la atención de los inversores fue el énfasis que hizo del enfriamiento del mercado laboral, lo que sugiere que la Fed está dispuesta a hacer lo necesario para impedir una desaceleración económica pronunciada. En definitiva, nada del discurso de Powell despertó la inquietud del mercado: anunció una bajada de tipos en septiembre, dejó la puerta abierta a una senda de flexibilización monetaria más rápida si fuera necesario y avaló el escenario de aterrizaje económico suave.
En Europa, aunque no se duda del mantenimiento del ciclo de bajadas de tipos de interés, el discurso es un poco diferente y se mantiene la beligerancia contra la inflación. El economista jefe del Banco Central Europeo, Philip Lane, aseguró en Jackson Hole que todavía no está asegurado que el organismo consiga su objetivo de reducir la inflación hasta el 2 por ciento. Como consecuencia, seguirá siendo necesaria una política monetaria restrictiva. El hecho de que se perciba que Europa está experimentando una recuperación económica en lugar de una desaceleración y que la tasa de desempleo se mantenga cerca de mínimos históricos, probablemente explique en cierta medida esta diferencia de discurso entre la Fed y el Banco Central Europeo.
La visibilidad monetaria contrasta, sin embargo, con una acusada incertidumbre política. En Estados Unidos, la carrera presidencial sigue muy reñida. Harris lidera actualmente en el promedio de las encuestas nacionales por 1,5 puntos porcentuales, pero esto está dentro del margen de error de las encuestas, y algunos indicadores han vuelto a inclinarse recientemente a favor de Trump. Después de la Convención Nacional Demócrata, Harris puede disfrutar de un cierto repunte en las encuestas, pero la historia nos dice que este impulso no durará más allá de unas pocas semanas. De cara a los próximos días, el debate presidencial del 10 de septiembre se perfila como un evento clave.
En Europa, es probable que Alemania y Francia dominen los titulares políticos. En el país germano, hay elecciones regionales en Sajonia y Turingia el 1 de septiembre, y las encuestas sugieren una derrota para los tres partidos que componen el gobierno federal, lo que pone presión adicional sobre la ya débil coalición en Berlín. Mientras tanto, en Francia, el presidente Macron ha comenzado a consultar a los líderes políticos para nombrar un nuevo primer ministro, tarea que se presume muy complicada, dada la elevada fragmentación en el parlamento del país.
Y a la política se une también la geopolítica. Durante el fin de semana, Israel lanzó un ataque preventivo sobre posiciones de Hezbolá en territorio libanés. El ejército de Israel defendió esta medida alegando que había descubierto que Hezbolá iba a lanzar sobre su territorio cohetes, misiles y drones, y calificó el ataque como un acto de autodefensa. Por su parte, Hezbolá anunció el lanzamiento de 320 cohetes contra al menos 12 posiciones y bases militares israelíes.
En suma, la tranquilidad monetaria actual contrasta con una realidad política y geopolítica que no nos va a dar mucho respiro en las próximas semanas. Ante estos acontecimientos, como siempre, aconsejamos a nuestros clientes extremar la diversificación de sus inversiones y comprometerse con un horizonte de inversión de largo plazo.
Esperamos que este contenido haya sido de tu interés. Gracias por escucharnos.