Línea de crédito
Se conoce como línea de crédito a una cantidad determinada de dinero que el banco pone a disposición de un cliente durante un periodo de tiempo concreto, pudiendo ser utilizada por este, en parte o en su totalidad, cuando la necesite. El cliente deberá abonar intereses, pero solo por el importe que utilice y no por el total.
Los principales solicitantes de una línea de crédito son los autónomos, en aquellas situaciones en las que la carencia de liquidez les impide hacer frente a sus gastos mensuales. También recurren a ella las pequeñas empresas, cuando no disponen de dinero en caja y necesitan abonar las nóminas de sus empleados o realizar el pago de determinados impuestos. En ambos casos, la flexibilidad que les ofrece una línea de crédito hace posible el pago de sus deudas, devolviendo el dinero prestado, y sus intereses, una vez liquiden las facturas que vencen ese mes.
A la hora de solicitar una línea de crédito se debe tener en cuenta:
- Cantidad máxima disponible: importe más alto al que puede acceder el cliente.
- Fecha de vencimiento: período en el cual puede hacerse uso de línea de crédito.
- Tipos de interés y gastos: dependen de los términos dirimidos y aceptados en el contrato (en el que han de venir explicados con detalle).
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