Contar con un colchón financiero siempre es bueno ya que nunca sabes los imprevistos futuros que pueden surgirte, y a los que tendrás que hacer frente. Un ahorro que parece imposible de conseguir pero que, con una buena organización, es viable.
Una vez hemos conseguido este dinero extra, surge la pregunta: ¿qué hago con él? Una buena opción es invertirlo, ya que si los dejas parado no va a generarte ningún beneficio a corto, medio o largo plazo. Para ello, dispones tanto de activos financieros, como los depósitos, los fondos de renta fija o variable o las acciones, como no financieros, como los inmuebles, el arte o el oro.
En este artículo te vamos a explicar cómo rentabilizar este dinero extra con estos productos. ¿El primer consejo? No tengas prisa a la hora de decidir y piensa bien cuál es la opción que más se acerca a lo que buscas.
Rentabiliza tu dinero
¿Por dónde empezar a invertir?
Antes de invertir ese dinero extra que has conseguido, te sugerimos que respondas a las preguntas que te proponemos a continuación.
- ¿Para qué vas a ahorrar?
- ¿Con cuánto tiempo cuentas?
- ¿Cuál es el nivel de ahorro que quieres alcanzar?
- ¿Qué nivel de riesgo estás dispuesto a asumir?
Una vez que tengas una respuesta clara para cada una de ellas, podrás definir la mejor estrategia para cumplir tus objetivos de ahorro. Es decir, podrás dar forma a tu inversión, para lo que también es importante:
1. Busca el fondo que mejor se adapte a tu perfil
2. Conoce los riesgos que tienen los fondos de inversión
Invertir en fondos de inversión conlleva una serie de riesgos en base a estos factores, entre otros:
- Volatilidad: hace referencia a las variaciones históricas que experimenta el valor liquidativo de un activo o, dicho de otro modo, cuánto se desvía de su media histórica. En caso de un activo tenga un grado alto, el riesgo será mayor ya que en el momento del reembolso puede sufrir grandes pérdidas o ganancias.
- Duración: indica cómo afectan al valor del activo los posibles cambios en los tipos de interés. A más duración, mayor será el impacto de dicha variación de los tipos en el precio del activo.
- Política de inversión: las estrategias de inversión son otro aspecto a tener muy cuenta, así como los tipos de activos en los que se invierte. Esta será un buen espejo del nivel de riesgo máximo y mínimo en el que se puede incurrir. También es bueno obtener los últimos informes del fondo para contar con una idea aproximada de la composición de la cartera.
3. ¿Cómo lo contrato?
Vigila tu inversión
Si ya has realizado los pasos anteriores, solo te queda mantenerte informado de la evolución de tus inversiones.
Como puedes comprobar, rentabilizar el dinero extra que has obtenido invirtiendo en fondos no es complicado. Solo debes dedicarle un poco de tiempo para conocer bien todas tus opciones y así elegir las que se adapten a tus preferencias.