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¿Cómo se puede ahorrar con el aire acondicionado?
Utilizar el aire acondicionado cuando las temperaturas son elevadas es algo cada vez más habitual. Esto hace que, sobre todo en los meses de julio y agosto, la factura de la luz se encarezca, dado que se trata de un electrodoméstico que consume bastante energía.
Saber cómo ahorrar con el aire acondicionado, por tanto, resulta fundamental para que este mayor consumo no se traduzca en un crecimiento excesivo de la factura de la luz. Son varios los “factores” a valorar:
Adquiere un aparato de alta eficiencia energética
Elegir el aparato adecuado es vital. Una de las características principales que este debe tener es que sea eficiente (energéticamente hablando). Así pues, y una vez se acuda a la tienda a por él, ha de revisarse su etiqueta de eficiencia energética. Si esta es A (A+, A++ o A+++), se habrá acertado con la compra (consume, según los expertos, hasta un 55% menos que la media). Suelen ser algo más caros, aunque a la larga son más rentables.
Elige la potencia adecuada
Otro aspecto a valorar a la hora de ahorrar en el aire acondicionado es su potencia. Es habitual, más de lo que se piensa, que el aparato emplee más frigorías (unidad de medida) de las necesarias para enfriar la habitación en la que se encuentra. La superficie de esta última, por cierto, será la base del cálculo de la potencia necesaria, siendo esta de 100 frigorías/hora por cada m2 que la estancia ocupe.
La potencia también se puede representar en kws/hora, pudiendo hacerse el cálculo utilizando esta fórmula (y partiendo de que 1 vatio/hora = 0,86 frigorías/hora):
A (vatios/hora) x 0,86 = B (frigorías/hora).
Ejemplo: Si queremos enfriar una habitación de 10 m2, necesitaremos 1000 frigorías (10 x 100). Aplicando la fórmula:
1000 / 0,86 = 1.162 vatios/hora (o 1,62 kws/h)
Fijar la temperatura correcta
Que haga mucho calor no significa que se deba bajar la temperatura del termostato (hecho que hará que el aire acondicionado intensifique su actividad). Se estima que la graduación debe situarse en los 22 ºC. Por encima, y por cada grado de más (o de menos) que se añada (o se rebaje), se estima que el consumo aumentará en un 8%, hecho que se verá reflejado en un importe más alto en la factura.
Así también se puede ahorrar con el aire acondicionado
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