Los gastos en casa suponen un porcentaje alto de los presupuestos familiares. Una conclusión extraída tras analizar detenidamente la última Encuesta de Presupuestos Familiares publicada por el Instituto Nacional de Estadística. Un sondeo en el que se recoge que los hogares españoles, en el año 2017, dedicaron casi un tercio de sus gastos a pagar la vivienda, el agua, la electricidad, el gas y otros combustibles, es decir, fue la partida a la que más dinero dedicaron. Tras esta, y en segundo lugar con más de un 14%, se encuentra el presupuesto dedicado a la alimentación.
Unas cifras que muestran, como bien hemos avanzado, que las familias españolas se dejan la mayor parte de su dinero en su propia residencia y en la vida que realizan en ella. En BBVA sabemos que la mayoría de estos gastos son fijos, y, en aras de reducirlos, queremos ofrecer una serie de consejos para ahorrar en casa.
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Minimizar los gastos
Lo primero es saber, de forma concreta, los ingresos de la unidad familiar y los gastos que esta genera, es decir, elaborar un presupuesto. Si se empieza por ahí, será más sencillo ahorrar ya que este paso permite visualizar las inversiones y, con ello, reducir o eliminar aquellas que son innecesarias. Una vez se realice este presupuesto, y se tenga claro el balance ingresos-gastos, el siguiente paso es reducir los distintos consumos, empezando por el energético.
En cada casa hay varios electrodomésticos que consumen electricidad de forma continuada. Por ello, y para disminuir su impacto en la factura, es bueno apagarlos cuando no se utilicen o no sean necesarios. Por ejemplo, si es de día, no hay que encender las lámparas de la casa sino abrir las cortinas. También hay que apagar la televisión si no se está viendo. Dos pequeños gestos que evitarán que estos gastos hagan mella en nuestro bolsillo.
Tampoco se debe abusar de la calefacción o del aire acondicionado, dos de los aparatos que más consumen en un hogar. No sugerimos que no se usen sino que se lleve a cabo un consumo moderado y responsable de cada uno de ellos. Se debe intentar que la casa tenga una temperatura adecuada (unos 21 ºC en invierno y en unos 26 ºC en verano) y no caer en extremos.
Hay que realizar con calma la compra mensual. Y es que, como hemos dicho antes, la alimentación es el segundo gasto de las familias españolas. Por ello, es aconsejable que se dedique tiempo a la lista de la compra, buscando aquellas ofertas que proporcionen la mejor calidad-precio y que permitan acudir al supermercado solo con los productos que realmente se necesiten. También es bueno ir con el estómago lleno ya que será más difícil caer en la compra de caprichos innecesarios.
Se recomienda compartir las cuentas de plataformas musicales, de cine o de series. Estas suelen ofrecer promociones en función de la gente que quiera compartirlas lo que hace bueno juntarse, por ejemplo, con familiares o amigos para que el pago dedicado a las mismas sea menor.
También es bueno usar bombillas LED o de bajo consumo, ya que gastan hasta 10 veces menos electricidad que las tradicionales. Es cierto que son más caras, pero a la larga, acaban siendo rentables.
Se debe optar por electrodomésticos de bajo consumo que reducen la factura de la luz. La Unión Europea ha creado una escala que va de la A a la G en base a la eficiencia energética y, en este caso, hay que seleccionar los que lleven la letra A ya que, aunque normalmente son más caros, en el futuro generarán un importante ahorro en los gastos mensuales.
El dinero siempre controlado
Como decíamos antes, lo primero que hay que hacer es organizarse y ver cuál es la relación entre ingresos y gastos. Hay muchas apps que facilitan esta tarea como, por ejemplo, la de BBVA.
En ella, se encuentra la funcionalidad Mi día a día, que permite ver tanto los ingresos como los gastos ordenados en categorías y subcategorías además de crear presupuestos con los que controlar mejor tu economía. Esto ayuda a saber a qué se dedica el dinero, información muy útil para la planificación y la toma de decisiones.