¿Quieres mejorar tu salud financiera?
Por tanto, ¿que es la deuda financiera?
¿Qué aspectos son relevantes en la deuda financiera?
Antes de mostrar la forma de calcular la deuda financiera de una persona (o una familia), es necesario saber las partes que la conforman:
- Capital: es la cantidad de dinero que se ha solicitado y que se debe al banco.
- Plazo: es el periodo de tiempo que se ha pactado para la devolución del dinero.
- Tipo de interés: es la tasa de interés que se aplica al capital durante la duración del préstamo (para calcular los intereses).
- Intereses: representan el coste que tiene la cesión del dinero.
¿Qué tipos de deuda financiera se pueden tener?
Al hablar de deuda financiera, se distinguen:
- Deuda financiera bruta: se trata del monto total de la deuda.
- Deuda financiera neta: se trata del pasivo total que se debe, al que hay que restarle el líquido y los activos financieros.
¿Cómo calcular la deuda financiera?
Para calcular la deuda financiera neta, la más habitual, que ha adquirido una persona (o una familia) se necesita, en primer lugar, sumar todos los productos de financiación que esta tenga. Tras esto, y en segundo lugar, a la cantidad obtenida se le restará el efectivo y otros activos de los que se dispongan.
La deuda financiera bruta, por su parte, únicamente incluye, como hemos comentado anteriormente, el dinero que se debe (no se tiene en cuenta, en este caso, los activos y otros aspectos correspondientes a la deuda financiera), por lo que su cálculo es más simple.
Evitar una deuda financiera, ¿es posible?
Adquirir una deuda financiera, ya sea con un banco o con otro tipo de entidad, es una práctica muy habitual que posibilita la realización de muchos proyectos y que estos puedan disfrutarse a lo largo de la vida. Si siempre hubiese que esperar a tener ahorrado el 100% del coste de, por ejemplo, una casa, esta se aprovecharía muchos menos años y no se eficientaría una inversión tan importante.
No por ello hay que descuidar algunos consejos previos a tener siempre en cuenta:
- Planificar tu presupuesto personal: es el primer paso a dar. Consiste en la estructuración detallada de todas las necesidades que se tengan. Sabiéndolas, será más sencillo priorizar los gastos, dejar fuera aquellos que no son realmente imprescindibles y, por último, ser conscientes de sí, con el dinero disponible, se las puede hacer frente y, además, abonar la deuda.
- Respetar los porcentajes de endeudamiento: estos marcan que no se puede contar con una deuda que supere el 40% de los ingresos que se tengan. Esto significa, poniendo un ejemplo, que si ingresamos 1.200 € al mes, esta no puede superar los 480 €.
Y si ya se tiene una deuda financiera, y se hace cuesta arriba su pago, lo recomendable es no esperar a que el pago sea inviable. Siempre es conveniente dirigirse a la entidad financiera y ser transparentes. La entidad planteará alternativas para facilitar el pago (reunificación de la deuda, revisión de condiciones como el plazo, etc.).
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