Trae tus ingresos, recibos o toda tu cuenta
En qué consiste domiciliar un recibo
Las entidades bancarias ofrecen la opción de domiciliar tanto las nóminas como los recibos (calefacción, agua, luz, etc.). Esta operación consiste en dar la orden al banco para que haga efectivo su pago de forma recurrente y periódica. De esta manera, el beneficiario de la cuenta no se olvida de hacer el abono, no pierde tiempo y puede despreocuparse de la gestión, evitando así el riesgo de posibles impagos.
Los recibos que suelen domiciliarse con más frecuencia son los de los suministros energéticos y esenciales como:
- Gas.
- Electricidad.
- Agua.
- Teléfono.
- Internet.
- Comunidad de vecinos.
- Hipoteca.
En relación al gas, en España son muchas las familias que lo utilizan para cocinar y para calentar sus hogares, aunque también hay usuarios que lo hacen mediante otras alternativas como radiadores eléctricos o bombonas de gas. Tanto si la calefacción de una casa o de un local funciona con gas como si lo hace con electricidad, se trata de recibos que pueden domiciliarse para que su pago se realice automáticamente. Por otra parte, también hay usuarios que consumen gas en sus hogares y que optan por una factura conjunta de luz y gas. De esta forma, además de domiciliar el recibo, solamente tienen que abonarlo a una compañía de suministro, por lo que resulta más cómodo a la hora de revisar los pagos mensuales emitidos.
¿Qué ventajas conlleva domiciliar el recibo de la calefacción?
Domiciliar un recibo de calefacción en una cuenta bancaria brinda múltiples ventajas al titular de la misma:
- Ahorro de tiempo, ya que no será necesario ordenar el pago del recibo todos los meses: basta con hacerlo una única vez, en el momento de domiciliar la factura.
- Reducción del riesgo de tener que asumir penalizaciones por demoras en el pago o de tener que hacer frente a cortes en el suministro del gas o de la electricidad por ese mismo motivo.
- Simplifica la gestión de las finanzas personales, ya que todas las operaciones se reflejan en el estado de la cuenta. De esta forma, es mucho más sencillo controlar los ingresos y los gastos.
Cómo domiciliar un recibo en BBVA
Domiciliar un recibo, sea del tipo que sea, es muy sencillo para los clientes de BBVA gracias al Servicio Cambio de Banco. Pueden hacerlo cómoda y rápidamente tanto desde bbva.es como desde la app, en tan solo unos clics y con la ventaja añadida de ahorrarse las comisiones. Solamente deberán:
- Acceder al Área de Cliente y, una vez en ella, al Servicio Cambio de Banco.
- Entrar en ‘Trae tus recibos’
- Decidir si se adjuntan los recibos manualmente o se conecta con el otro banco.
- Si se elige la primera, y tras seleccionar la cuenta de BBVA a la que traer los recibos bancarios, se procede a incluir una foto de cada recibo que se quiera pagar a través de la cuenta.
- Si se elige la segunda, y con la cuenta de destino ya indicada:
- Se introduce el usuario y contraseña utilizada habitualmente para acceder a tu otro banco.
- Se realizará la conexión con tu otro banco de forma totalmente segura para recuperar la información de los recibos domiciliados. Sólo hay que seleccionar los que se quiere traer a BBVA
- Contactaremos con los emisores para comunicar el cambio de cuenta, manteniendo siempre informado al cliente de la gestión.
BBVA se encargará del resto del proceso de domiciliación del recibo de la calefacción (o de otro bien), sin coste adicional para ellos. Un proceso que puede realizarse tanto entre cuentas de BBVA como desde una de otra entidad.