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Ratio de solvencia: qué es y cómo calcularlo
El ratio de solvencia es una magnitud que refleja la capacidad de pago de deudas de una empresa y determina si la compañía tiene problemas financieros. Mediante dicho cálculo, se puede saber si una empresa puede hacerse cargo de todas sus deudas en el caso de que tenga que liquidarlas con los activos de los que dispone en un momento determinado. Este ratio es uno de los más importantes dentro de las finanzas empresariales, ya que refleja de forma precisa el estado financiero y económico de una organización a partir de una sencilla fórmula. El resultado obtenido indica si la empresa dispone de solvencia, es decir, si es capaz de liquidar sus compromisos de pago con sus proveedores y acreedores (conocidos como pasivos) dentro de su fecha de vencimiento, y si puede seguir haciéndolo a largo plazo. Si, por el contrario, la empresa no dispone de solvencia, esta no cuenta con suficiente patrimonio (también conocido como activos) para hacerse cargo de sus pasivos.
El ratio de solvencia se calcula a partir de una simple fórmula que consiste en dividir los activos de la empresa, es decir, el conjunto de bienes de los que dispone, entre los pasivos, que agrupan todas las deudas y obligaciones de pago de la misma compañía.
Resultado de la fórmula del ratio de solvencia
El número obtenido como resultado de la aplicación de la fórmula del ratio de solvencia indica si la empresa puede hacer frente a sus deudas o no. Por ejemplo, un ratio de 1,40 significa que la compañía cuenta con activos por valor de 140 € por cada 100 € de deuda.
Dado que en el numerador se encuentran los activos y en el denominador los pasivos, lo recomendable es que el ratio de solvencia resultante sea en todo momento mayor a 1, ya que un ratio menor indica que la empresa está en quiebra. El resultado ideal es de 1,5, que es el correspondiente a una empresa equilibrada, es decir, que puede hacer frente a sus deudas pero disponiendo además de cierto margen de liquidez. Finalmente, un ratio de solvencia mayor a 1,5 significa que la compañía dispone de demasiados activos improductivos. Esta es una situación que debe corregirse, ya que los activos que no se invierten no producen ganancias y, además, pueden perder valor con el paso del tiempo.
Al analizar el resultado del ratio de solvencia, debe tenerse en cuenta que las referencias explicadas en el párrafo anterior son generales, y que existen diferencias entre los distintos sectores. Es por ello que es aconsejable comparar el ratio resultante con el de otras empresas del mismo tamaño y sector, ya que ciertos sectores tienden a disponer de ratios de solvencia más elevados que otros. Por ese motivo, existen estándares de ratio de solvencia para cada industria.
Diferencia entre solvencia y liquidez
Por último, es necesario tener presente que la solvencia de una empresa no es lo mismo que su liquidez. Esta última indica si dicha empresa dispone o no de efectivo para hacer frente a sus obligaciones financieras a corto plazo. En caso negativo, no significa que la empresa esté en quiebra, sino que su activo no corriente, es decir, el dinero invertido, es mayor que su activo corriente. Por el contrario, si la empresa dispone de liquidez, significa que tiene capacidad para hacer frente a sus pagos inmediatos.
El ratio de solvencia es uno de los indicadores más importantes de la salud financiera de una empresa. A partir de una fórmula sencilla, es posible conocer si la compañía se encuentra en estado de quiebra o de equilibrio, o si tiene un exceso de activos improductivos.
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