Llamamos tipo de interés compuesto al interés que se cobra, por ejemplo, por un depósito o un crédito y que al ser liquidado se acumula al capital (capitalización del interés), por lo que en la siguiente liquidación de intereses, el interés anterior forma parte del capital o base del cálculo del nuevo interés.
Cálculo en base a un tipo de interés compuesto
Partimos de este ejemplo: si en cuenta bancaria tenemos 10.000 € y estos nos reportan un 5 % de intereses (a pagar anualmente), al cabo de 5 años no tendremos los 12.500 € que deberíamos ya que, al haber depositado lo obtenido anualmente en la misma cuenta, el cálculo se realiza en base a un nuevo total y no a la cantidad inicial (tras 5 años tendríamos 12.762 €).
Este resultado se obtiene de esta fórmula:
Capital final = C0 x (1+Ti) ^t
En ella, y para entenderla mejor:
- CO: es el capital inicial (los 10.000 €).
- Ti: es la Tasa de Interés anual (el 5 % ó 5/100).
- t: es el tiempo que dura la inversión (los 5 años).
Si la aplicamos al ejemplo:
12.762 = 10.000 x (1 + 5/100) ^ 5
Ayuda el tipo de interés compuesto a ahorrar
La aplicación de esta fórmula nos permite conocer, de antemano, el dinero con el que podremos contar al final de cada año (y tras el paso de los 5, en caso del ejemplo). ¿El objetivo? Ser consciente de la cantidad que voy a poder utilizar (en unos casos) o retirar (en otros), hecho que nos ayuda además a cumplir nuestros objetivos de ahorro (y pre-ahorro) al tener conocimiento del importe total que podríamos tener cuando finalice el plazo.