Jubilaciones y pensiones, así está la ley

A lo largo de las últimas décadas, la sostenibilidad del sistema de pensiones español ha comenzado a enfrentarse al reto que implica el continuo envejecimiento de la población. Tampoco han ayudado otras variables como la caída de los sueldos y el aumento de las tasas de desempleo.

Con el objetivo de garantizar el buen funcionamiento del sistema, se han puesto en marcha una serie de normativas y mecanismos que han ido modificando progresivamente los requisitos asociados a la jubilación. La reforma plasmada en la Ley 27/2011, que comenzó a aplicarse en 2013, ha introducido cambios paramétricos en los requisitos de acceso a la jubilación y el modo de cálculo de la pensión, que se están aplicando gradualmente hasta 2027. En este artículo, te contamos cuáles son las claves de jubilaciones y pensiones.

En 2013, con motivo de la entrada en vigor de dicha ley, se dio el pistoletazo a uno de los mecanismos que más han repercutido sobre el futuro de los trabajadores actuales: el aumento gradual de la edad de jubilación. De acuerdo con lo establecido por esta ley, la edad de acceso a la jubilación se irá incrementando paulatinamente de manera anual a lo largo de un periodo de transición que culminará en 2027; a partir de entonces, la edad legal de acceso a la jubilación se situará en los 67 años. No obstante, aquellos trabajadores que acrediten un periodo mínimo de cotización de 38 años y 6 meses podrán acceder a la jubilación a una edad ordinaria de 65 años.

En 2019, aquellos trabajadores que quieran acceder a la jubilación ordinaria deben haber alcanzado los 65 años y 8 meses de edad. Por su parte, la cotización mínima para poder jubilarse a los 65 se sitúa en los 36 años y 9 meses. Ambas cantidades irán aumentando dos y tres meses al año, respectivamente, hasta 2027.

De igual modo que la edad de acceso a la jubilación, la forma de cálculo de la base reguladora, determinante de la cuantía de la pensión, también se ha visto sometida a cambios. La base reguladora se calcula en función de las cotizaciones de los años previos a la jubilación. Esta variable, que históricamente se obtenía a partir de los últimos 15 años cotizados por el trabajador, sufrirá un aumento progresivo hasta abarcar los 25 años de cotización en 2022. Actualmente, en 2019, este parámetro se calcula a partir de las bases de cotización de los últimos 22 años trabajados.

Al margen de la base reguladora, existe otro parámetro que determina el importe de las pensiones que perciben los trabajadores jubilados: el período de cotización. Esta variable hace referencia al número de años que ha cotizado un trabajador a lo largo de su vida laboral y se aplica en forma de porcentaje sobre la base reguladora correspondiente. En la actualidad, el periodo mínimo de cotización exigido para poder acceder a las prestaciones de la Seguridad Social se mantiene en 15 años, otorgando un 50% de la base reguladora al trabajador. No obstante, el periodo exigido para poder percibir el 100% de la pensión se encuentra, de igual modo que las variables previamente mencionadas, en fase de incremento gradual. Así, aquellos trabajadores que se jubilen en 2019 podrán acceder a la pensión completa siempre y cuando cuenten con un mínimo de 35 años y medio cotizados, mientras que, en 2027 y años sucesivos, se exigirá un periodo mínimo de cotización de 37 años.

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