Hasta ahora trabajar después de jubilarse era algo bastante raro. Sólo unos pocos decidían seguir en activo cumplida la edad de jubilación. Los motivos para ello van desde la mejora en la pensión que se consigue por cada año trabajado hasta que simplemente les gusta su trabajo y se sienten felices realizándolo. Es una situación que está cambiando y cada vez es más frecuente ver a jubilados que siguen trabajando por motivos económicos. Por eso, el plan de pensiones es la solución si no quieres trabajar después de jubilarte.
Si hacemos caso a lo que ocurre en algunos países de Europa, como el caso de Alemania, no se trata tanto de tener un empleo a tiempo completo, como de completar ingresos en la jubilación. Es decir, un trabajo a tiempo parcial, por horas, que permita contar con un poco más de dinero para mantener el nivel que se disfrutaba durante la vida activa del trabajador.
Plan de pensiones para gestionar nuestros ahorros
Si se tiene en cuenta la deriva que está tomando la hucha de la Seguridad Social, lo cierto es que parece que las pensiones que se cobrarán de aquí a unos años serán menores de lo que son actualmente. A menos que exista una reforma de todo el sistema y se busque financiación independiente de las cotizaciones, o se reduzca la cuantía de las mismas, pagarlas tal y como están planteadas será muy complicado.
Por eso, muchos ahorradores piensan en un plan de pensiones para poder tener la tranquilidad de hacer lo que deseen llegado el momento del retiro. Además, esta herramienta financiera supone un buen incentivo para mejorar la fiscalidad.
También ayudan la posibilidad de poder rescatarlo en determinadas circunstancias, la libertad para hacer las aportaciones (cada uno a su ritmo), la facilidad para planificar y la flexibilidad suponen una tranquilidad para ahorrar a largo plazo.
Plan de pensiones para mantener nuestro poder adquisitivo
¿Cuánto dinero tendré cuando me jubile?
Esta es la pregunta que muchas personas se hacen, especialmente cuando cerca la llegada de ese momento. Pero lo cierto es que cuanto antes se analice esta cuestión, más margen se tiene para encontrar las soluciones.
Porque muchas personas ven la jubilación como una oportunidad para hacer todas esas cosas que no pudieron mientras trabajaban; especialmente, viajar, disfrutar del descanso y del ocio, etc. Y todo esto es imposible si la pensión que se cobra apenas da para cubrir los gastos básicos. Y tampoco si hay que recurrir a un minijob para mejorar los ingresos de la pensión pública.
A día de hoy, todos los pensionistas que quieran pueden trabajar. Eso sí, se compatibiliza el cobro del 50% de la pensión de jubilación con un trabajo por cuenta propia o ajena. Pero esto tiene muchas probabilidades de cambiar, facilitando el cobro del 100% de la pensión pública con la posibilidad de seguir trabajando.
Todo ello indica que el ejemplo de Alemania es el camino a seguir. La forma de mantener el poder adquisitivo, para aquellos que no hayan sido previsores o no hayan podido ahorrar, pasaría por trabajar a tiempo parcial una vez jubilados. Esto impide disponer de uno de los activos fundamentales cuando llegue el momento de la jubilación: el tiempo libre para poder hacer lo que se quiera.
Sin embargo, no es lo ideal, supone un cambio cultural muy importante en todos los aspectos. También a nivel social, donde los “abuelos” son un apoyo fundamental para muchas familias, no sólo con el cuidado de los nietos, sino también en épocas de crisis, como sustento económico de la familia gracias a su pensión.
El plan de pensiones permite disponer de una pequeña renta cada mes que garantiza mantener el poder adquisitivo. Pero, a la vez, al no retirar todo el dinero de una sola vez, la cantidad que permanece sigue generando beneficios, por lo que la renta se puede prolongar durante años. Esto dependerá del volumen total del dinero depositado y de la rentabilidad del plan. Encuentra tu plan.