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¿Qué son los planes de pensiones para empresas?
El plan de pensiones de empresa es un instrumento de ahorro-previsión que fomentan las empresas y con el que, a través de pequeñas aportaciones, tratan de complementar la pensión pública de jubilación que sus trabajadores van a percibir por parte de la Seguridad Social (una vez se retiren).
¿Quién realiza las aportaciones al plan de pensiones para empresas?
Son las propias compañías las que ingresan el dinero en los planes de pensiones para empresas de sus empleados. Hay casos, aunque no es lo habitual, en los que los planes de pensiones para empresas se abren a los propios trabajadores, de forma que ellos puedan aportar por su cuenta, si así lo desean.
Planes de pensiones para empresas, ¿qué tipos existen?
Existen tres modalidades de planes de pensiones para empresas:
- Aportación definida: la cantidad anual que aportan a este plan de pensiones para empresas, tanto la compañía como el trabajador, ha sido determinada por ambas partes (y con anterioridad). Esto no garantiza ni define, y es algo a tener en cuenta, la cantidad de las prestaciones que, a futuro, se harán a dicho plan.
- Prestación definida: la cantidad a cobrar, por parte del beneficiario del plan de pensiones de empresas, se acuerda de antemano. Esta puede tratarse de una cifra absoluta o, también, guardar relación con aspectos como el salario o la antigüedad en la empresa.
- Mixto: alterna los dos casos anteriores, es decir, están definidas tanto las aportaciones como las prestaciones del plan de pensiones de empresas.
¿Cómo funcionan los planes de pensiones para empresas?
¿Quién toma las decisiones sobre el plan de pensiones de empresas?
Fiscalidad de un plan de pensiones de empresa
A la hora de tributar un plan de pensiones de empresa, hay que tener en cuenta que para el trabajador se consideran como rendimientos en especie, en el IRPF, y como tales deben ser incluidos en la declaración de la renta.
Eso sí, existen unos límites que, en 2023, se establecen en la menor de las siguientes cantidades:
- 10.000 euros al año pero conjuntamente con las aportaciones a planes de pensiones individuales, que tienen un límite propio a su vez de 1.500 euros.
- 30% de los rendimientos netos de trabajo y de las actividades económicas.