Los planes de pensiones, así como los planes de previsiones asegurados –PPA-, son instrumentos de ahorro previsional que permiten traspasar los derechos consolidados (el capital depositado y sus posibles beneficios), de un producto a otro, incluso entre diferentes gestores o entidades bancarias. Además, también existe la posibilidad de pasar el dinero de un plan de pensiones a un plan de previsión asegurado y viceversa.
El traspaso es un proceso totalmente gratuito que no conlleva ni el pago de comisiones ni ningún tipo de penalización fiscal. De hecho, el titular del plan de pensiones puede decidir mover parte de su capital o la totalidad de este –los llamados derechos consolidados- en un proceso sencillo que se puede repetir en tantas ocasiones como el cliente lo considere oportuno. En el caso de planes de pensiones garantizados, es importante consultar el valor de las participaciones al que se realizaría el traspaso, dado que la garantía solo aplica a fecha de vencimiento del plan.
Para ello, el titular tan solo debe comunicar a la entidad gestora que recibirá el traspaso (entidad destino) los datos de dicho traspaso: la cantidad de capital que se quiere movilizar, hacia qué producto se quiere hacer y de que producto provendrán los derechos consolidados. Es importante resaltar que el inicio del traspaso lo debe realizar la entidad que recibirá el traspaso y no al contrario.
Este proceso no puede tardar, por ley, más de cinco días hábiles si el traspaso se produce entre gestoras o tres días hábiles si el traspaso tiene lugar entre productos de la misma gestora.
Excepciones al traspaso de capital
Existen varios supuestos bajo los que no se puede realizar este traspaso:
- No se puede traspasar el capital de planes de pensiones de empleo, excepto si ya no existe relación laboral con la empresa a través de la cual se contrató el plan.
- Actualmente no es posible traspasar los derechos consolidados entre planes de diferentes países, salvo en muy restringidos casos de planes de pensiones del Reino Unido, que podrán ser traspasados, cumpliendo una serie de requisitos, a una serie de planes de pensiones españoles que han sido previamente autorizados.
Motivos para traspasar un plan de pensiones
Existen numerosas ocasiones en las que puede resultar conveniente traspasar un plan de pensiones de una entidad a otra u optar por cambiar de tipo de plan.
Por un lado, hay gestoras que bonifican el traspaso de los derechos consolidados de una entidad a otra, aunque este tipo de operaciones suelen estar sujetas a otras obligaciones que el cliente deberá tener en cuenta. Es importante valorar que el cambio se ajusta realmente a nuestras necesidades a medio y largo plazo y tratar de no dejarnos seducir exclusivamente por la bonificación.
Pero además y como uno de los principales motivos para realizar el traspaso del capital, se encuentra el cambio del perfil de inversor que se quiere adoptar. Cada plan de pensiones responde a un perfil de inversión, en función de en qué productos financieros invierta y por tanto el nivel de riesgo al que puede estar sujeto es diferente.
Generalmente se distinguen tres perfiles de inversor en base al riesgo que pueden asumir: el conservador, el moderado y el decidido. Para cada uno de estos perfiles se recomienda el contrato de cierto tipo de planes de pensiones: mientras que para los clientes más jóvenes lo adecuado es invertir en planes de pensiones de renta variable que tengan unas ganancias potenciales mayores, aunque se encuentran sujetos a un mayor riesgo, para los inversores que se encuentren más cercanos a la edad de jubilación lo más conveniente es contratar un plan de pensiones que invierta en renta fija, con una rentabilidad potencial menor pero con mayor seguridad, dado que no existe margen para asumir riesgos innecesarios en un momento en que el objetivo de la inversión se encuentra tan cercano.
Así, un ejemplo habitual de ahorrador suele ser aquel que, en su juventud, adopta un perfil decidido de inversor en el que contrata un plan de pensiones que invierte en renta variable para, con el paso de los años, ir traspasando sus derechos adquiridos a un plan de pensiones de carácter más moderado y, finalmente, a uno de tipo conservador.
Como productos de ahorro a largo plazo, los planes de pensiones son instrumentos que se adecúan a cada perfil de cliente en función de su perfil de riesgo y expectativas de rentabilidad.