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¿Qué es una carta de motivación?
Un curriculum vitae habla de qué has hecho en la vida; la carta de motivación debe reflejar quién eres, cómo eres e, incluso, cómo podrías llegar a ser dadas tus cualidades y tus habilidades, que deberás destacar en ella.
Por eso sigue siendo importante en los procesos de selección. Lo ratifican los portales de búsqueda de empleo como Infojobs, insistiendo en los errores a evitar. Lo aconsejan en publicaciones especializadas en negocios como Forbes, animándote a usarla para tender un puente entre la empresa y tú, y asegurarte la entrevista.
Para hacerlo más práctico, hemos buscado el testimonio de un profesional acostumbrado a la lectura de estas cartas de motivación. Se trata de Carlos Brüggemann, co-fundador de Acierto.com, un comparador de seguros online. Como responsable último de la selección de personal en su empresa, a la hora de tener en cuenta una candidatura siempre considera la carta de motivación como un valor añadido.
Él será quien nos ayude a desentrañar el “misterio”: no sólo se leen sino que se tienen en cuenta, para bien y para mal “en puestos que requieren, por parte del candidato, un ejercicio de liderazgo, implicación y excelencia”, nos cuenta. Para él, “son un recurso importante a la hora de conocer mejor a la persona, sus expectativas y su personalidad. En resumen: una declaración de intenciones más allá de la frialdad que aportan los datos sobre su experiencia y desempeño anteriores”.
¿Qué aporta la carta de motivación a tu candidatura y qué papel desempeña en el proceso de selección?
No sólo se trata de que vean que tienes aspiraciones e inquietudes. Entre líneas, se busca algo más, como nos explica Carlos: “la carta de motivación nos permite detectar aspectos emocionales, de actitud y motivaciones de los futuros candidatos con respecto al puesto que ofertamos”.
Ya el hecho de incluirla dice algo de ti; es un gesto que los directivos como él aprecian: “ante todo, valoramos que el candidato se haya tomado la molestia de realizar esa carta; igualmente se valora que esté personalizada. También es importante fijarse en la forma de redacción, que no sea excesivamente corta y que tampoco cuente aspectos y detalles que no aportan información enfocada al proceso”.
Y es que, aunque el valor de esta carta de motivación esté más que demostrado, y los reclutadores de empleo la usen como una herramienta clave para descubrir ciertas actitudes, muchos candidatos la ignoran pensando que se trata sólo de una formalidad. Es algo que en Acierto.com comprueban en cada proceso de selección: “no suele ser muy común recibir una carta de presentación en la mayoría de candidaturas, aunque aquellos candidatos con un perfil laboral y formativo medio-alto y acostumbrados a que se les solicite son mucho más proactivos a la hora de añadir carta de presentación”.
¿Te han pedido una carta de motivación manuscrita? Esto es lo que quieren saber de ti
No es una cuestión de lo bonita o lo legible que hagas la letra. Lo que buscan cuando te piden que adjuntes una carta a mano está oculto en detalles como la inclinación del texto, la forma de ligar (o no) las letras y un sinfín de cosas que no puedes controlar una vez que comienzas a escribir y el texto fluye. Tu escritura dice mucho de ti. Hasta tu uso de los márgenes dice mucho de ti.
Por cierto: olvídate de usar plantilla para no torcerte; como las cartas copiadas de Internet, es algo que resulta evidente para el grafólogo laboral, el especialista que ofrece a las empresas un análisis de la personalidad del candidato, que, como la formación o la experiencia, también cuenta a la hora de decidir quién hará mejor el trabajo.
Aunque tu forma de escribir sea algo tan automatizado que no puedas controlar más allá del tercer renglón, sí puedes leer algunos consejos antes de ponerte a ello.
Si vas a hacer una carta de motivación, hazla bien
Una carta de motivación inadecuada puede ser tan perjudicial para ti como la dejadez de no incluirla. Pero ¿qué aspectos hacen que esta juegue a tu favor? Ante todo, la personalización. Mandar la misma carta de motivación a todas las empresas no sólo no es efectivo, sino que te resta puntos, mostrándote como alguien que no se esfuerza por conseguir lo que quiere. O, peor aún, haciendo ver que la empresa te da igual. Que podría ser ella o cualquier otra. Sin embargo, a las empresas les gusta sentirse “deseadas”. Si no muestras verdadero interés en trabajar con ellos, ¿por qué iban a darte un trabajo?
Carlos Brüggemann nos da algunas claves para acertar: “la carta de motivación debe ir enfocada al puesto al que opta el candidato, sin aportar mucha más información que la relacionada con él. Para ampliar experiencia ya tenemos su curriculum vitae. Además, el candidato debe demostrar que conoce algo de la empresa o, al menos, que se ha molestado en indagar sobre ella y sus procesos. Por último, tiene que aportar una actitud positiva y con ganas de implicarse en el que puede ser su futuro trabajo”.
Esto hace que presentar un texto random, que bien podría valer para cualquier empresa, sea lo peor que puedas hacer al ofrecer tu carta de motivación.
Y ese es el quid de la cuestión: las ganas de hacer la carta de motivación
Si en tu primera toma de contacto con la empresa te descubres como alguien tan dejado como para copiar y pegar un ejemplo de carta de motivación que has encontrado en Internet, ¿qué garantías ofreces de que vas a dar lo máximo de ti en tu puesto de trabajo? ¿O de que te mueres por trabajar en esa empresa a la que le estás pidiendo trabajo?
Así nos lo confirma Carlos: “los candidatos no acostumbrados a redactar este tipo de cartas, se valen de plantillas que usan de manera indiscriminada con todas las empresas a las que presentan candidatura. Esto resta valor al candidato, ya que transmite un reducido grado de implicación y esfuerzo para lograr sus objetivos. Por otro lado, nos pone sobre la pista de que el candidato puede estar en varios procesos de selección simultáneamente".
¿Puede una buena carta de motivación llegar a inclinar la balanza a favor de un candidato?
Cada empresa tendrá sus propios criterios de selección y cada puesto requerirá unas determinadas aptitudes. Está claro que la cara por sí sola no es suficiente, y que hay que contar con la formación o la experiencia solicitada. Pero ante candidatos igualmente válidos, podría marcar la diferencia. Sobre todo si no te la has trabajado.
La originalidad es la principal premisa a la hora de redactar la carta de motivación, pero se han de tener en cuenta otros aspectos, como la ortografía (debiendo ser muy escrupuloso con ella) o la capacidad de síntesis. Forbes clasifica de fatalidad estos diez errores comunes a la hora de redactar una la carta de presentación o motivación.
Saber venderte también puede hacerte destacar
Convertir defectos en virtudes como, por ejemplo, ser demasiado perfeccionista o exigirse demasiado, es ya un clásico. Sin embargo, a veces funciona justo lo contrario: mostrarte tal y como eres, con lo bueno y con lo malo. Claro que nunca sabes qué fórmula va a funcionar.
Lo que sí demostró este caso es que la honestidad se valora. Según los encargados de reclutar becarios y empleados en Wall Street, es la mejor carta de presentación que han leído jamás. Y eso que el candidato a una beca confesaba no tener “habilidades increíbles o especiales ni excentricidades de genio”. Pero también supo mostrar lo mejor de sí mismo y convertir su carta de motivación en una declaración de intenciones: “poseo una media de estudiante casi perfecta y trabajaría duro (...). No tengo ningún escrúpulo por ir a por los cafés, limpiar los zapatos o acudir a la lavandería, y trabajaré casi gratis (...) Con honestidad, simplemente quiero estar cerca de otros profesionales y aprender tantas cosas como pueda”.
Otros recursos para destacar
El diseño y la creatividad también pueden ayudarte a crear una buena impresión. Pensarás que una carta de motivación no admite mucho margen de maniobra, al menos no tanto como el curriculum vitae, pero ¿quién dijo que tuviera que ser por escrito? ¿O que no puedas incluirla, por ejemplo, dentro de un bonito packaging (especialmente si te dedicas al diseño)?
Otro aspecto, este del diseño, que los candidatos españoles no acaban de abrazar, como nos confirma Carlos: “A día de hoy el formato estándar es la carta escrita. No existe una cultura extendida del videocurrículum o el currículum interactivo, es un aspecto que aún sigue estancado. Sí encontramos muchos candidatos que sí sugieren enlaces o links a blogs, páginas y perfiles personales, en los que amplían información sobre sí mismos, sus aficiones y competencias”.