El sector industrial es el responsable del 31% del consumo energético en España. Nada más habría que añadir a la hora de entender el grado de responsabilidad que tienen las empresas, tanto en el propio ‘gasto de energía’ como en la reducción de emisiones. Invertir en modelos de negocio sostenibles (más beneficiosos para el planeta) requiere de financiación, pero la rentabilidad económica y la reducción del gasto energético (hasta de un 18%) están aseguradas.
Hoy os presentamos la experiencia de la empresa Gourmet, dedicada a los derivados cárnicos desde 1975. Con la ayuda de BBVA han conseguido mejorar sus procesos tecnológicos y llevar a cabo su propósito de compromiso con el medio ambiente, gracias a la implantación de sistemas de autoconsumo.
¿Cómo es posible lograr que el autoconsumo industrial sea rentable?
Tan solo hace falta atender a los datos. Gracias al buen uso de la energía, y como bien nos explica Mario Picazo, divulgador científico, los negocios pueden llegar a ahorrarse “hasta un 70% en la factura de la luz”.
Así, la clave para conseguir que el autoconsumo sea una opción rentable para las empresas, como nos recomienda Mario Picazo, es que estas “usen sus propios recursos, optimicen el uso de la energía o hagan una mejor gestión de los equipos básicos”.
Gracias a la implantación de este tipo de medidas, y tomamos de nuevo el ejemplo de Gourmet, la empresa de alimentación pudo reducir sus emisiones y, lo más importante, llegó a rebajar “en un 25% lo que pagaba en su factura”. .
Gourmet, comprometidos con la sostenibilidad pese a las adversidades
Hace unos años, un incendio estuvo a punto de acabar con ellos. Sin embargo, Gourmet resurgió, más fuerte que nunca y con los objetivos bastantes claros, como nos explica Jaime Álvarez, su CEO: “decidimos arrancar un nuevo proyecto, con las miras puestas en la sostenibilidad”.
Así, esta empresa familiar quiso contribuir, desde ese momento, a generar “una sociedad mucho más sostenible”, indica Jaime, razón por la cual han apostado por la innovación tecnológica. En este sentido “es necesaria la financiación”, continúa el principal responsable de Gourmet, cuestión para la que contaron con el apoyo de BBVA.
¿Cómo ha planteado Gourmet su modelo de autoconsumo?
Para Jaime fue sencillo comenzar a trabajar con BBVA, debido a “los acuerdos que tienen con empresas encargadas de la operativa y gestión de instalación de placas”.
Gourmet siempre ha estado “sensibilizado con lo relativo a la reducción de emisiones”, nos traslada Jaime. Buena prueba de ello es su infraestructura, para la que idearon “un techo adaptado para que cupiesen las placas solares o la instalación de una depuradora”. Además, la empresa cárnica ya ha eliminado todos los plásticos de los envases, o cambiado las bandejas de plástico por papel para algunos de sus productos.
¿De qué modo se ha involucrado BBVA para ayudar a Gourmet en cuanto al autoconsumo industrial?
Cuando sumas recursos y afán de progreso, el resultado solo puede ser positivo. “En los momentos de oscuridad, BBVA se acercó a Gourmet para saber qué era lo que necesitaban”, indica César González, experto en financiación y sostenibilidad de BBVA. El objetivo del banco va mucho más allá de servir como socio financiero. Ofrece un papel de “concienciación y asesoramiento”, apunta nuestro experto.
El proceso, para una empresa como Gourmet (interesada en el autoconsumo), consiste en “realizar una simulación de los ahorros y de la reducción de emisiones que pueden conseguirse, tras lo que se estudia cuál es la mejor opción de financiación para el cliente, que puede ir desde un préstamo o un leasing hasta un renting” nos explica César.
El objetivo, continúa César, es “acompañar al cliente en la transición hacia modelos de negocio más respetuosos con el medio ambiente y más digitales”. Además, BBVA proporciona servicios de asesoramiento en la gestión de ayudas tan importantes como la de los Fondos Next Generation EU.
El trabajo en equipo y la asociación: la clave para un sistema de autoconsumo rentable
Jaime Álvarez lo tiene bastante claro: “quienes mandan son los consumidores”. Más allá de la vocación de sostenibilidad de un negocio o su política de desarrollo respetuoso con el medio ambiente, los usuarios también demandan productos y servicios que cumplan con los requisitos de sostenibilidad. Por estos motivos, una empresa líder en el sector como Gourmet decidió exprimir todo su potencial, poniéndose en manos de BBVA.
El mayor obstáculo al que se enfrentan las empresas es que “existe desconocimiento en torno a cómo la sostenibilidad puede ser rentable”, señala César. Además, añade, “muchos de ellos, aunque quieren dar el paso, no disponen de los empleados o de la estructura suficientes para ello”. Ahí es donde BBVA juega un papel decisivo, estando “junto a ellos para ayudarles a establecer esos planes de ahorro energéticos, entre otras cosas”.