Optar por la instalación de paneles solares en una vivienda, u oficina, permite que se aproveche mejor la energía solar y, además, reduce la dependencia que se tiene, hoy en día, de las fuentes de energía más tradicionales. Eso sí, para que este proceso de instalación de los paneles solares se inicie y se concluya con éxito, es importante que se conozcan los pasos que lo componen (desde la evaluación del sitio a los cuidados que necesitan, una vez se coloquen, pasando por la instalación y lo que van a costar)
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Evaluar el sitio
Lo primero que se tiene que hacer, si se tiene pensada la instalación de paneles solares (en una vivienda u oficina) es revisar el lugar en el que se ubicarán, para:
Valorar si es viable
Se tiene que comprobar si la colocación de los paneles solares es posible o si, por la existencia de objetos que “estorben”, no hay capacidad para que se ejecute la instalación. También es importante, respecto a la viabilidad, analizar la orientación de la vivienda, ya que de ella va a depender, en gran medida, la incidencia solar (o cantidad de rayos solares que impactan en la superficie del panel solar) y, por ende, la cantidad de energía que produzcan.
Realizar un análisis de carga energética
El siguiente paso, tras verificar el emplazamiento, es calcular la energía que se va a requerir, en la vivienda, y el sistema que se necesita, en base al valor obtenido, para satisfacerla. En este caso, las propias empresas de instalación van a solicitar al cliente la factura en la que se ve el consumo en el último año (para dimensionar la instalación).
Diseñar los paneles solares
Lo segundo, si ya se cuenta con el lugar en el que se van a instalar los paneles solares, es dar forma al sistema de autoconsumo, adaptándolo a lo que se necesita. Esto requiere:
Elegir el panel solar
Hay varios tipos de paneles solares (monocristalinos, policristalinos, de película delgada, etc.) y hay que seleccionar el que, por eficiencia y capacidad, ayude a “cubrir” la demanda de energía de la vivienda (para lo que se tiene que revisar, conjuntamente, el número de paneles solares que se necesitan). Esto, sin perder de vista el “presupuesto” del que se dispone y que marcará, también, la elección que se realice.
Adaptarlo al sitio
Además, el sistema de autoconsumo que se escoja ha de adaptarse a las características del lugar en el que se realiza la instalación. Tiene que poder colocarse de forma óptima en ella, para que su “productividad” sea la correcta.
Conseguir los permisos
Permiso previo a la instalación
- Diseño de la instalación: si la instalación de paneles solares es de baja tensión (hasta 1 kW) o de una potencia que no supere los 10 kW, únicamente se redactará una Memoria Técnica de Diseño (MTD). En el caso de que supere los 10 kW, habrá que elaborar un proyecto técnico. Si la instalación, por el contrario, es de alta tensión (más de 1 kW) se requerirá un proyecto técnico. En ambos casos, no importa si se producen excedentes o no.
- Permiso de acceso y conexión a la red: para las instalaciones de paneles solares sin excedentes se solicita, solamente, el CAU (o Código Universal de Autoconsumo) a la distribuidora. Para las instalaciones de paneles solares con excedentes, por el contrario, se tienen que solicitar los permisos de acceso y conexión que correspondan, más en concreto, para las que se encuentren en las afueras de las zonas urbanas o, en el caso de situarse en zonas urbanas, las que vierten a la red más del 15 kW. En ambos casos, los trámites los realizará la compañía eléctrica.
- Licencia de obra (e impuestos): no suele requerirse, aunque lo mejor, para asegurarse, es consultarlo en el Ayuntamiento (del lugar en el que se sitúe la vivienda/oficina en la que se van a instalar los paneles solares). Puede ocurrir que, si se trata de un gran proyecto, se solicite más información sobre él. Lo que sí es obligatorio es el pago del ICIO (o Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras) y la tasa por prestación de servicios urbanísticos. A posteriori, el ICIO (hasta en un 95%) y, también, el IBI (el porcentaje va a depender de la localidad, llegando al 50% en los 5 años posteriores a la instalación) se bonifican.
- Autorización administrativa previa y de construcción: lo habitual es que se aplique, únicamente, a los grandes proyectos, es decir, aquellos que superen los 100 kW de potencia (o sean de alta tensión). Si, por el contrario, el sistema no los alcanza, estará exento (aunque lo recomendable, para estar seguros, es consultar con la Comunidad Autónoma).
- Autorización ambiental y de utilidad pública: tampoco, en este caso, se requiere la autorización ambiental y de utilidad pública en aquellos proyectos que tengan una potencia igual o inferior a 100 kW de potencia (conviene, de nuevo, revisarlo con la CCAA). Si la superan, sí tendrán que solicitarla.
Permisos posteriores a la instalación
- Inspección inicial (y periódicas): las realiza la OCA (Organismo de Control Autorizado) y las CCAA, no siendo obligatoria, en principio, si la instalación de paneles solares no supera los 10 kW de potencia (salvo en lugar de concurrencia pública o zonas húmedas).
- Certificado de fin de obra: verifica que la obra se ha ejecutado de acuerdo a lo proyectado. Lo emite un electricista (si la potencia de la instalación es inferior a 10 kW) o un técnico de grado superior (si supera los 10 kW de potencia). Se presenta en la CCAA o el Ayuntamiento en el que se sitúe la vivienda u oficina.
- Autorización de explotación: permite el uso de la instalación de paneles solares. Si el proyecto es:
- Sin excedentes: solo se requerirá si la potencia de la instalación de paneles solares es inferior a 100 kW o es de BT (baja tensión). Si es de AT (alta tensión) o supera los 100 kW, se tiene que consultar la regulación de la Comunidad Autónoma.
- Con excedentes: no se requiere si la instalación es de BT (y/o si la potencia no supera los 10 kW). Si es de AT o supera los 10 kW, se tiene que consultar con la Comunidad Autónoma.
Permisos que ayudan a legalizar la instalación
- Registro de la instalación: a realizar en la Consejería de Industria de la Comunidad Autónoma que corresponda, entregando la documentación necesaria (puede variar de una región a otra).
- Validación de la instalación: lo hace el Ministerio de Industria, tras lo que se puede solicitar, como usuario, la documentación al instalador (para notificarlo a la distribuidora).
- Contrato de acceso a la red (para excedentes): se redacta, adaptado a las necesidades de compensación de excedentes, y se entrega en un plazo máximo de 10 días.
Por último, y para que finalice el proceso de legalización, el consumidor tendrá 10 días para aceptar o rechazar la respuesta que se le ha dado. Si no lo hace en este periodo de tiempo, se darán por “buenas” las condiciones del contrato.
Instalar los paneles solares
Colocar la estructura y el soporte
Lo primero, y antes de instalar los paneles solares, es colocar la estructura y los soportes (que van a depender, principalmente, del tipo de panel solar y de su inclinación). Es fundamental que se aseguren de manera adecuada, ya que, de esta forma, se evitarán incidentes (de mayor o menor peligrosidad).
Montaje de los paneles solares
Lo segundo, tras la colocación de la estructura (y los soportes), es situar los paneles solares sobre la cubierta (previamente fijada). Un proceso que, de nuevo, va a depender de su tipología y de su inclinación. En España, en concreto, lo habitual es que la cubierta se “incline” entre 20-40º y se sitúe en emplazamientos de teja arábica (aunque, también, pueden ser de pizarra o planos de tela asfáltica, por ejemplo). En este punto, hay que asegurarse de que el instalador cuenta con los permisos y medios de seguridad necesarios para ejecutar la instalación
Finalizada esta parte del proceso, se procede a la conexión con el inversor.
Conexión con el inversor
Lo tercero es interconectar los paneles solares, tanto en serie (se vinculan los módulos de la misma fila) como en paralelo (se vinculan las filas de módulos entre sí), y, finalmente, con el inversor (se encarga de convertir la corriente continua en corriente alterna). Por último, y una vez se “cumple” este paso, hay que llevar la corriente al cuadro eléctrico.
Comprobar su funcionamiento
Verificación de su conexión
Una vez se finaliza la instalación de los paneles solares, con su conexión al inversor, el siguiente paso es constatar que el funcionamiento del sistema de autoconsumo es correcto. Para ello, se realizarán unas pruebas que valoren su rendimiento, asegurando que el sistema está operativo al 100%. Se puede hacer, por ejemplo, con un multímetro, herramienta que permite el cálculo de los valores de tensión y corriente. Si se corresponden con los indicados por las especificaciones del fabricante, será la señal de que se pueden empezar a usar. De no ser así, se procederá a su revisión (en busca del error). Para realizar las comprobaciones, utilizando el multímetro, conviene que los paneles solares estén bien “orientados” (para obtener resultados más “fiables”).
Monitoreo y seguimiento
Es fundamental, tras la instalación de paneles solares, que se monitorice su actividad y, en concreto, el consumo y la producción de electricidad. A través del inversor, y digitalmente (mediante una app que, habitualmente, ofrece la compañía), se obtienen unos datos (en tiempo real) que, analizados, permiten que se adapte el consumo, si es necesario, a las necesidades que se tienen.
Cuidar y asegurar los paneles solares
Inspecciones periódicas
Para que el estado de los paneles solares sea el óptimo, es necesario que se revisen sus componentes cada “cierto tiempo”. En concreto, es habitual que se realice cada 5 años, si la instalación es BT, y cada 3 años, si es AT. En el caso de que la instalación de paneles solares supere los 100 kW de potencia y “alimente” a un edificio de viviendas, la revisión se hace cada 10 años. En ellas, entre otras cosas, el profesional va a comprobar: la estructura, la “limpieza” de los paneles solares, la cubierta y los componentes electrónicos y el sistema de acumulación (de haberlo). Además, también verificará que el cuadro general, la instalación interior o los circuitos de tensión estén bien.
Seguridad eléctrica
Además, y para que no haya problemas con la instalación de paneles solares, se recomienda que se tomen las precauciones que sean necesarias a lo largo del proceso, y que se sigan las normas de seguridad que se establezcan para el trabajo con paneles solares.
Analizar, en lo financiero, la instalación de paneles solares
Coste de los paneles
El precio de los paneles solares es variable, al depender de factores como, por ejemplo, el tipo de panel que se instale (y el material del que se compone), la potencia, el tamaño e, incluso, la marca del “dispositivo”.
En cuanto al ‘monto’ que supone la instalación del sistema de autoconsumo (al completo), a la inversión que se hace en paneles solares se le suma la realizada en el resto de componentes: estructura, protecciones, inversor e instalación de medición y protección eléctrica. En algunos casos, aunque ya es opcional, hay que añadir el coste de una batería (para almacenar el sobrante).
Retorno de la inversión
En base a lo indicado por los expertos, una placa solar se rentabiliza en 7-10 años (dependiendo del tipo) y su vida útil, en la mayoría de los casos, oscila entre los 20-25 años. Por tanto, son 18 los años (aproximadamente) en los que genera un beneficio para el cliente, sobre el total de la energía, sin incluir el periodo de amortización (lo que supone, por lo tanto, un ahorro del 100% para el cliente).
Este último “paso”, si se plantea la instalación de paneles solares en una empresa, se tendrá que realizar tras la elección del tipo de panel solar y el emplazamiento, y antes de solicitar los permisos que se necesitan para su instalación.
BBVA te facilita la instalación de paneles solares
Abonar el precio de los paneles solares, y de su instalación, es una inversión a largo plazo. Se estima que, de media, el ahorro energético que se genera, gracias a ellas, llega hasta el 70%, lo que implica un descenso considerable en la factura de la luz.
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