La economía deja de influir en la política
01/07/2024
El asesor de Bill Clinton, James Carville, acuñó una famosa frase durante la exitosa campaña presidencial de 1992. «Es la economía, estúpido». Carville se refería a que la marcha de la economía influye en el ánimo del votante, para bien o para mal.
Sin embargo, una generación después, este dicho ya no parece ser cierto. Si las variables económicas como el crecimiento y el empleo fueran lo más importante para los votantes, el actual presidente estadounidense debería tener una cómoda ventaja en las encuestas. Del mismo modo, un desempleo en mínimos históricos en Europa impediría el actual alejamiento de los votantes europeos del centro político.
El predominio de la economía como factor decisivo en las elecciones parece haber dado paso a lo contrario. Ahora, con la creciente sensación de muchos electores de que los políticos se alejan de sus problemas reales, son las elecciones las que afectan a la economía, no al contrario.
Concluida la primera vuelta de las elecciones francesas, los resultados coincidieron con las encuestas y el partido Agrupación Nacional de Le Pen fue el claro ganador. Sin embargo, los mercados han valorado positivamente los resultados, que hacen menos probable una mayoría absoluta, ni para los partidos de derecha ni para los de izquierda. En estos momentos, el escenario más probable es el de un parlamento sin mayoría absoluta, con un gobierno débil o incluso sin posibilidad de formar gobierno.
Al otro lado del Canal de la Mancha, las elecciones generales del Reino Unido tendrán lugar el próximo jueves. A diferencia de Francia, el resultado parece mucho menos incierto. Las encuestas y las proyecciones de escaños sugieren que los laboristas ganarán una cómoda mayoría y podrán formar gobierno. La agenda política laborista se centrará en la prudencia fiscal y en un mayor alineamiento con la Unión Europea.
En Estados Unidos, el crucial primer debate presidencial televisivo entre Biden y Trump, reavivó las preocupaciones sobre la edad del presidente y su aptitud para el cargo. El pobre desempeño de Biden en el debate intensificó las dudas sobre si finalmente será el candidato demócrata en las elecciones del 5 de noviembre. Algunos líderes del partido azul han pedido ya a Biden que renuncie a la candidatura, por lo que los mercados estarán muy atentos a la evolución de los acontecimientos en las próximas semanas.
De vuelta en el Viejo Continente, los efectos de la incertidumbre política ya se están dejando notar en las encuestas de confianza. Tras la importante caída de los PMI preliminares de junio en la eurozona, el indicador de confianza económica de la Comisión Europa también cayó ligeramente la semana pasada. Del mismo modo, la importante encuesta IFO de clima empresarial de Alemania siguió el mismo camino, arrastrada por el sector manufacturero y el componente de expectativas.
Por otra parte, los indicadores macroeconómicos publicados en Estados Unidos, fueron consistentes con una economía que pierde impulso, aunque sin dar señales de desaceleración alarmantes. Así, el consumo personal del primer trimestre se revisó a la baja, mientras que se deterioró la inversión empresarial en el mes de mayo y el total de solicitantes de subsidios por desempleo alcanzó máximos que no se veían desde el año 2021. Los gastos personales también quedaron por debajo de lo esperado, alimentando la expectativa de una mayor cautela del consumidor.
Terminamos con las lecturas de inflación que se publicaron el viernes a ambos lados del Atlántico. Como era de esperar, el deflactor del consumo privado del mes de mayo en Estados Unidos, mostró un modesto crecimiento. El indicador subyacente subió sólo un 0,08 % mensual, tras el 0,26 % de abril. Con este dato, es probable que la Reserva Federal haya ganado confianza en que la inflación se dirige hacia sus objetivos del 2 %, lo que abre la puerta a la primera bajada de tipos en el mes de septiembre.
En Europa, los datos preliminares de inflación de junio publicados para Francia, España e Italia estuvieron en línea con las expectativas del consenso. Sobre la base de estas publicaciones y de las proyecciones para la inflación alemana, es probable que el IPC para el conjunto de la eurozona retome su tendencia a la baja en el mes de junio.