El optimismo del mercado sigue creciendo, pero persisten ciertos riesgos que no podemos obviar
30/09/2024
El optimismo inversor dio un paso de gigante la semana pasada, al irrumpir China con un amplio paquete de estímulos, que cambió completamente la dinámica del mercado, sobre todo en lo que respecta a las bolsas asiáticas y europeas. El paquete anunciado abarca no solo medidas para apoyar a un sector inmobiliario muy castigado, sino que también se anunciaron medidas de índole fiscal para ayudar a los consumidores, aunque faltan detalles para poder valorarlas adecuadamente.
Aunque no son pocos los analistas que consideran que el paquete de medidas anunciado podría ser insuficiente, es evidente que los esfuerzos concertados de las autoridades durante la semana pasada indican que China se empieza a tomar en serio la resolución de sus problemas estructurales, y que los dirigentes del país no pasan por alto la urgencia de una respuesta política.
Por lo tanto, la clave no reside tanto en lo que China anunció, sino en lo que pueda venir a continuación. En este frente, distintas informaciones apuntan a la creciente posibilidad de que se apruebe una emisión extraordinaria de deuda, que podría destinarse a medidas para estimular el consumo y otras para apoyar a los gobiernos locales. Estas medidas, obviamente, podrían tener importantes efectos sobre el crecimiento del país en 2025.
Otros dos factores impulsaron la euforia inversora a lo largo de la semana pasada. De una parte, los datos macroeconómicos publicados en Estados Unidos siguieron reforzando la narrativa de aterrizaje económico suave, al no apreciarse señales que apunten a una contracción brusca de la actividad económica.
El otro impulsor del optimismo llegó con la presentación de resultados por parte de la empresa Micron Technology, que superó ampliamente las expectativas de consenso y ofreció unas previsiones de ingresos y beneficios que permitieron recuperar la confianza inversora en la demanda de chips relacionada con la inteligencia artificial.
Así las cosas, el movimiento de apetito por el riesgo se extendió por multitud de clases de activo y benefició a las bolsas mundiales, a las materias primas, incluido el oro, al crédito corporativo, a los sectores cíclicos o a las criptodivisas. Casi todos los activos financieros participaron de la fiesta.
En los mercados emergentes, la bolsa china cerró su mejor semana desde el año 2008 y sus índices más representativos han subido nada menos que un 25 % en tan solo cinco sesiones. Los mercados emergentes asiáticos terminaron la semana con alzas superiores al 9 %, mientras que las bolsas latinoamericanas también se beneficiaron del fuerte repunte en los precios de las materias primas.
Sin embargo, la intensa recuperación de las últimas semanas ha dejado a muchos índices en zona de sobrecompra técnica, muy evidente en el caso de los mercados asiáticos, lo que supone también una llamada a la cautela.
A corto plazo, nos enfrentamos a tres riesgos que podrían obstaculizar la trayectoria de los mercados bursátiles mundiales. El primero tiene que ver con unas elecciones presidenciales americanas que están a algo más de un mes de distancia y que son especialmente inciertas. El riesgo político, por lo tanto, se mantendrá en niveles muy elevados en las próximas semanas.
El riesgo geopolítico también se ha intensificado en Oriente Próximo y, tras la muerte del líder de Hezbolá a manos de Israel, no es en absoluto descartable una escalada adicional del conflicto. Por último, los datos macroeconómicos son volátiles por naturaleza y cualquier publicación que debilite la narrativa del aterrizaje económico suave también tendrá implicaciones negativas para los mercados, como vimos en los primeros días de los meses de agosto y septiembre.
Dicho esto, seguimos convencidos de que la Fed tendrá éxito en su mandato dual y mantendrá la estabilidad de los precios y la actividad económica en Estados Unidos. Esto implica que cualquier retroceso en los precios de las acciones será interpretado como oportunidad de compra por los inversores y que, a medio plazo, la tendencia alcista de la renta variable podrá continuar