- Con los CFDs, puedes abrir una posición larga o corta en una amplia gama de Activos Subyacentes no accesibles o disponibles normalmente para clientes minoristas. Por ejemplo, activos subyacentes como el EUR/USD.
- Permiten la operativa sin desembolsar la totalidad del coste del Activo Subyacente, depositando solamente el Margen requerido para la operación (apalancamiento).
- Facilidad de ejecución.
- Protección de saldo negativo: tu pérdida máxima se limita al capital depositado en la cuenta de efectivo de CFDs.
¿Qué son los CFDs?
Los CFDs son contratos por diferencias, es decir, es un contrato entre dos partes por el que las mismas se intercambian la diferencia entre el precio de compra en el momento de abrir la posición y el precio de venta de un determinado Activo Subyacente al cierre de la posición, multiplicado por el número contratos que se han acordado. Es decir, al operar con CFDs no estarás comprando ni vendiendo el Activo Subyacente en sí mismo. A esta operativa habría que añadir la conversión de divisas a euros si el Activo Subyacente se negocia en una divisa distinta del euro.
Además, los CFDs son productos con apalancamiento porque permiten mantener una posición sobre un Activo Subyacente sin desembolsar la totalidad del coste de la misma, depositando solamente el Margen requerido para dicha operación. Esta característica de los CFDs puede suponer al mismo tiempo una ventaja y un inconveniente, ya que hace que este instrumento financiero sea un producto complejo de elevado riesgo por el que el inversor puede perder su dinero rápidamente debido al efecto del apalancamiento.