¿Qué es el impuesto diferido?

Te explicamos en qué consiste y cuál es la diferencia con el impuesto corriente.
En los estados financieros se contabiliza un gasto por impuesto sobre sociedades que refleja, no sólo las cantidades a pagar efectivamente en el ejercicio en curso, sino también la imposición fiscal futura sobre el resultado contable obtenido. Es lo que se denomina, en el argot, un ‘impuesto diferido’, del que te vamos a hablar, en detalle, en este artículo. ¡Sigue leyendo para saber más al respecto!

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¿Qué es el impuesto diferido?

El impuesto diferido es el importe que representa, por un lado, las cantidades a pagar (o recuperar) en el futuro por impuesto sobre sociedades devengadas sobre el resultado contable del ejercicio y, por otro lado, el efecto en el impuesto sobre sociedades del ejercicio de la reversión de cantidades procedentes de ejercicios anteriores. 

Ejemplo de impuesto diferido

Ponemos un ejemplo: en este año ‘N’, una empresa prevé que en el ejercicio siguiente (n+1) tendrá que despedir a uno de sus trabajadores, así que contabiliza una provisión para reservar el importe de indemnización que tendrá que pagarle. Este gasto disminuye el resultado contable del ejercicio, pero no es fiscalmente deducible hasta que se pague efectivamente al trabajador. Esto genera una diferencia temporaria porque, en el ejercicio actual, la empresa tendrá que pagar un mayor impuesto sobre sociedades, declarando una base imponible superior al resultado contable. Esto se compensará en el ejercicio siguiente, cuando pueda deducir la indemnización al trabajador, de forma que en el año n+1 su base imponible del Impuesto será inferior al resultado contable que obtenga en ese ejercicio.

¿Para qué sirve el impuesto diferido?

La implantación del impuesto diferido, regulada por la Norma Internacional de Contabilidad Nº 12, tiene un objetivo: corregir los desajustes que se produzcan, en una empresa, entre las reglas de imputación contables y las fiscales.

¿Qué tipos de impuestos diferidos hay?

Son 2 los tipos de impuestos diferidos a tener en cuenta:

Activos por impuesto diferido

Es cuando la empresa (o el autónomo) paga, en el año, un mayor importe en impuestos del que corresponde al resultado contable obtenido y, por ello, se podrá “deducir” esta cantidad en el futuro.

También se consideran activos por impuesto diferido los créditos fiscales generados que aún no han sido utilizados y las pérdidas pendientes de compensar en ejercicios futuros (denominadas bases imponibles negativas).

Pasivos por impuesto diferido

Al contrario que en el caso anterior, la empresa (o el autónomo) paga, en el año, un impuesto sobre sociedades sobre una base menor de lo que corresponde a su resultado contable, lo que conlleva que, en los próximos ejercicios fiscales, tendrá que soportar una mayor tributación, en el momento que corresponda conforme a las reglas fiscales.

¿Qué diferencia al impuesto corriente del impuesto diferido?

Tanto si se trata de activos o pasivos por impuesto diferido (de una empresa), existe una diferencia con el impuesto corriente. Pero antes… ¿qué es un impuesto corriente?

El impuesto corriente es la cantidad a pagar por impuesto sobre sociedades relativa a la ganancia o pérdida fiscal del año. Es decir, no se va a diferir, como ocurre en los pasivos por impuesto diferido, ni anticipar, como sucede en los activos: se liquida en el periodo en el que se ha obtenido el resultado contable al que corresponde.

Y es precisamente en este aspecto en el que difieren un impuesto corriente de un impuesto diferido: en el momento del pago. Mientras que el primero debe ingresarse con la declaración del ejercicio en curso, el segundo se refleja contablemente pero no se abona (o reclama su cobro) a la Administración hasta los ejercicios siguientes.

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