¿Lo más barato resulta siempre la mejor opción? Obviamente, lograr pagar menos dinero en tus compras cotidianas se ha convertido en un objetivo que persiguen todas las personas. Y es que acceder a productos rebajados o directamente vendidos a un precio inferior al del resto de marcas competidoras supone un poderoso aliciente para la mayoría de los clientes. Sin embargo, un bien o servicio de consumo muy barato también puede esconder una serie de condiciones de comercialización abusivas con el productor o fabricante de ese bien que quieres adquirir.
El comercio justo o equitativo trata de poner fin a estas situaciones de desigualdad. Para ello, opera a partir de un conjunto de principios y normas de actuación que luchan por establecer una relación de igualdad y respeto entre las personas que producen los bienes y aquellas que más tarde los consumen. Además, el comercio justo cuenta con una sólida conciencia medioambiental, puesto que un sistema de intercambio igualitario, por fuerza, requiere hábitos de consumo sostenibles, encaminados a construir y preservar un entorno saludable y ético para toda la humanidad no solo hoy, sino de cara a las próximas generaciones.
Si no has oído hablar de él o si no sabes exactamente a qué hace referencia, no dejes de leer, ya que podrás descubrir qué es el comercio justo, cuáles son las características de este sistema de producción y consumo alternativo y sus principales ventajas, así como por qué resulta tan necesario promover su implantación a escala global.
A este respecto, recuerda que en el mundo actual los seres humanos consumen sin parar, casi a cada momento, para satisfacer un cúmulo de múltiples necesidades (de alimentación, prendas de vestir, ocio, salud, cultura, etc.). A fin de cuentas, son innumerables las pequeñas decisiones de compra que, aunque puedan parecer de poca importancia, tienen la capacidad de generar un impacto gigantesco. ¿Te animas a seguir leyendo?
¿Qué es el comercio justo?
Denominado en inglés ‘fair trade’, el comercio justo o equitativo no constituye una mera iniciativa de ayuda, sino que se erige como un método de actividad comercial alternativo al sistema de comercio tradicional, porque asume el compromiso de garantizar que las personas productoras de bienes y servicios de consumo reciban un pago justo a cambio de su trabajo. Asimismo, defiende la sostenibilidad a nivel social, medioambiental y económico, al tiempo que comercializa artículos de alta calidad.
Honesto, respetuoso, innovador y transparente son tan solo algunos de los adjetivos que describen lo que es el comercio justo. Porque muchos productores y fabricantes, sobre todo procedentes de regiones en vías de desarrollo, todavía se ven sometidos a condiciones de comercialización injustas que no les permiten obtener el beneficio que les corresponde por su trabajo. Frente a este grave problema, el comercio justo aboga por el diálogo y un sistema de costes y precios en consonancia con el volumen de recursos de cada persona.
El comercio justo, en definitiva, da pasos hacia un modelo económico solidario, dentro del que se pueda llevar a cabo un progreso integral, lo que implica no solo la ganancia monetaria sino también la protección de los colectivos más vulnerables y el cuidado de la naturaleza. Así pues, únicamente a través de prácticas comerciales basadas en criterios de justicia y equidad social puede impedirse la aparición de competencia desleal, la cual siempre termina arruinando a los productores más modestos y con menos recursos financieros.
De ahí su nombre, el comercio justo funciona mediante un sistema en el que los productores y las organizaciones acuerdan un precio justo, valga la redundancia, para la compraventa de sus bienes. Además, a esta cantidad se le suele añadir un porcentaje del precio final del producto que las comunidades productoras han de dedicar a iniciativas y proyectos comunitarios de sanidad y educación, por ejemplo. A su vez, las tiendas de comercio justo deben cubrir sus gastos e invertir parte de sus ingresos en la sensibilización y promoción del comercio justo, así como del consumo responsable.
¿Por qué promover el comercio justo?
Inicialmente impulsado por organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés: ‘Food and Agriculture Organization’), las propias Naciones Unidas (ONU) y otras ONGs, el comercio justo se rige en la actualidad por la ‘World Trade Fair Organization’ (WTFO) u Organización Mundial del Comercio Justo, institución que resume la esencia del comercio justo en 10 principios básicos.
A continuación, puedes encontrar recogidas estas 10 guías (y, al mismo tiempo, razones a favor de la práctica del comercio justo), que todas las entidades que se adhieren a este movimiento de equidad deben cumplir:
- Dotar de oportunidades a los productores desfavorecidos, creando canales de venta libres y directos con las personas consumidoras.
- Plena transparencia y responsabilidad en la información y procedencia de los productos comercializados.
- Establecer prácticas comerciales equitativas y justas.
- Pago y salarios dignos, marcando un precio justo que haga posible la supervivencia y el crecimiento de los productores.
- Erradicar la explotación infantil y los trabajos forzosos.
- Terminar con la discriminación e instaurar la igualdad de género entre hombres y mujeres.
- Establecer buenas condiciones laborales e incentivar la libertad de asociación (vía creación de cooperativas, uniones de productores…).
- Promover el desarrollo de habilidades y capacidades.
- Promocionar la labor que realiza el comercio justo.
- Respeto absoluto por el planeta y sus ecosistemas, así como defensa de una manera de producir que ofrece gran calidad.
BBVA, compromiso con el desarrollo sostenible
La evolución hacia un modelo económico solidario y circular precisa del esfuerzo y empuje de toda la sociedad. Las entidades bancarias también están llamadas a desempeñar un papel relevante a este respecto. Por eso, BBVA, comprometido con el desarrollo sostenible, lleva a cabo constantes acciones dirigidas al fomento de las energías limpias, el reciclaje y la conservación de la naturaleza.
A través del programa BBVA Momentum, la entidad ayuda a crecer a negocios que tratan de impactar de forma positiva en la vida de los demás. BBVA Momentum consta de una planificación de cinco meses de duración, que incluye apoyo en áreas como formación, acompañamiento estratégico, financiación, colaboración, ‘networking’ y visibilidad de la empresa.
Desde su nacimiento en el año 2011, en el programa BBVA Momentum han participado personas emprendedoras de geografías tan dispares como Colombia, España, Estados Unidos, México, Perú y Turquía; y muchas de las cuales han puesto en marcha negocios comprometidos con el desarrollo sostenible. Si deseas saber más sobre este y otros proyectos de BBVA, consulta toda la información disponible en bbva.es y en la ‘app’ de BBVA.