Seguro que te lo dijeron de niño mil veces: el dinero no crece en los árboles. Una expresión tan repetida como cierta si se tiene en cuenta que, hoy en día, resulta difícil imaginar muchas otras facetas de la vida donde el papel de dicho dinero no sea el de protagonista. Y es que las personas recurren a él en todo momento. Por ejemplo, usas dinero siempre que compras en una tienda, supermercado o por Internet; cuando pagas en ese restaurante o bar predilectos; si coges el transporte público o paras a llenar el depósito de gasolina; cada vez que te vas de viaje o sacas entradas de conciertos y espectáculos; también puedes utilizar tu dinero para beneficiarte de un cupón descuento o realizar donativos solidarios. Incluso para contratar un producto bancario.
No hay duda de que, si quisiéramos prolongarla, la lista anterior podría no terminar nunca. Y es que el dinero es ya parte de la experiencia social e individual cotidianas. Por eso, desde muy pequeñas, las personas se van acostumbrando al manejo de billetes y monedas. Sin embargo, existen diferentes tipos de dinero y no todos los jóvenes son conocedores de ello.
En este artículo, y con el objetivo de ayudarte a optimizar la gestión de tus finanzas, descubrirás más acerca de los diversas clases de dinero que existen en la actualidad y cuáles son sus distintas funcionalidades. Pero, antes de eso, es preciso ahondar en el propio término dinero, ¿sabes cuándo y por qué aparece? ¡No dejes de leer!
¿Qué es el dinero?
El dinero es todo activo o bien que, siendo admitido como método de pago o sistema de medición del valor en una compraventa, también actúa a modo de unidad de cuenta y depósito de valor. Los billetes y las monedas que se hallan en curso y libre circulación, es decir, que acaban llegando a tu bolsillo, constituyen la apariencia final que toma el dinero dentro de las economías modernas.
Respecto a ser unidad de cuenta, recuerda que, por un lado, el papel del dinero es hacer posible el establecimiento de los precios (cuánto cuestan, en definitiva) de todos los productos y servicios que se comercializan. Por otro lado, opera como depósito, ya que su valor perdura en el tiempo, puesto que posee la capacidad de adquirir bienes más allá del instante presente. Por último, no olvides que el dinero es la forma de pago universal en cualquier transacción. Aunque, esto no ha sido siempre así…
El dinero: ¿cuándo surge y por qué?
Al principio, el ser humano se alimentaba de aquello que cazaba o recolectaba. Más tarde, las técnicas agrícolas llegaron y, con ellas, los primeros excedentes, que permitían proveer de comida a las personas que no se dedicaban al cultivo del suelo. De esta manera, se empezó a recurrir al trueque entre pueblos pero, ¿cómo podían realizar intercambios los individuos que no poseían elementos de trueque útiles? El papel del dinero, en su nacimiento, fue cubrir esta carencia.
Así, y aceptado alrededor del globo desde hace siglos, el dinero supone el instrumento a partir del que se cuantifica la valía de los objetos. Dependiendo de cada época y cultura, la humanidad ha empleado como dinero numerosos metales y sustancias; ha sido el caso del oro, la plata e incluso de la sal. El papel moneda de hoy se origina con la creación de la banca y no es hasta el siglo XX cuando pasa a estar avalado por los Estados y hereda el lugar preponderante que antes se le había otorgado al patrón oro. Se trata del dinero fiduciario, uno de los diferentes tipos de dinero que hay. ¿Conoces las otras clases de dinero?
¿Qué tipos de dinero existen en la actualidad?
Son muchos los tipos de dinero en activo. El dinero fiduciario es el que usas a diario. Se compone de billetes (de papel moneda) y monedas metálicas (de níquel, plata, cobre…) que simbolizan un valor concreto, designado por las autoridades financieras. Cuando se alude al tipo de dinero denominado dinero de mercancía, aquí su valor (o, al menos, parte del mismo) sí se halla presente en el producto. A diferencia de lo que ocurre con el dinero fiduciario, en el dinero de mercancía existe una correlación entre lo que este vale y su representación. El ejemplo más característico de dinero de mercancía son los lingotes de oro.
Otra clase de dinero es el dinero pagaré, típico de talones y cheques. El dinero pagaré consiste en textos impresos que autorizan, únicamente mediante tinta y papel, que se proceda a un abono a la persona que porta dichos documentos. Actualmente en auge, el dinero electrónico o digital es una forma de dinero que no tiene soporte físico y al que se recurre durante las transacciones que se ejecutan gracias a los avances tecnológicos. Entre sus atributos más reconocidos, destaca que el dinero electrónico permite reducir los tiempos de espera y no está sujeto a limitaciones geográficas. Las tarjetas de crédito y débito funcionan con dinero digital.
Por último, y muy relacionado con las tarjetas o ‘plásticos’ recién aludidos, el dinero bancario es aquel tipo de dinero procedente de las entidades financieras. En el próximo apartado, se recogen las principales ventajas que esta modalidad de dinero puede reportarte.
¿Qué usos cotidianos dan al dinero las personas jóvenes?
Viajes, moda, tecnología, ocio nocturno… En el día a día, son muchos los usos que se le suele dar al dinero. La mayoría de ellos tienen un fin consumista, distribuido entre gastos vitales y ocio. Respecto a los primeros, se suele adquirir, en su mayoría, formación académica (por ejemplo, matrículas para cursar sus estudios), vivienda, ropa y alimentación.
La adquisición de artículos y servicios vinculados a los avances tecnológicos y al disfrute del tiempo libre ocupa también una parte importante del dinero. Aquí sobresalen, entre otros, la suscripción a las plataformas de contenido vía ‘streaming’ (de música, cine, series de televisión…), los teléfonos móviles, las ‘tablets’ y los ordenadores de última generación, así como las cámaras fotográficas. La compra de libros y bienes relacionados con la práctica deportiva, como las bicicletas, también juega un papel importante en el uso del dinero. Además, existen otros gastos habituales como las vacaciones, las entradas a conciertos y espectáculos y los regalos a familiares y amigos.
Rentabilizar tu dinero, el reto de los jóvenes
El dinero no entiende de edades. En estos momentos, independizarse y desarrollar una carrera profesional exitosa son dos desafíos a los que se enfrentan las nuevas generaciones. Por ello, nunca es demasiado pronto para planificar y poner en marcha una gestión eficaz de tus finanzas, mediante la que logres rentabilizar tu dinero. Y es que, para poder gozar de una buena salud económica, si eres un joven que se encuentra estudiando o ya estás dando tus primeros pasos en el ámbito laboral, al igual que hacen las personas de mayor edad, también debes identificar, entre otros factores, cuál es tu volumen de ingresos, qué cifras hacen subir los gastos de cada mes y, con ambos datos, establecer un presupuesto en el que aparezcan tus objetivos de ahorro.
Si hemos descrito tu caso, recuerda que las entidades bancarias te proporcionan asesoramiento económico para que la gestión de tus finanzas te resulte ágil y sencilla. BBVA, por ejemplo, te ofrece las ventajas de su servicio integral de banca ‘online’, bien a través de bbva.es y de la ‘app’ de BBVA. Para ello, únicamente necesitarás un dispositivo electrónico (tu ordenador, teléfono móvil o ‘tablet’) y conexión a Internet.
Además, junto a la facilidad e inmediatez de los canales telemáticos de la entidad, BBVA pone a tu alcance una amplia gama de productos bancarios diseñados para los más jóvenes, entre los que encontraremos tanto cuentas corrientes como tarjetas de crédito o débito. Si quieres saber más sobre estos productos y sus múltiples beneficios, tienes toda la información en bbva.es y en la app de BBVA.