Trae tus recibos a BBVA y lo gestionamos por ti
Cómo domiciliar un pago
Para que una empresa o compañía pueda proceder con el cobro de sus servicios o suministros a sus respectivos clientes necesita disponer de la autorización de los mismos. Y es que, es habitual que existan pagos recurrentes que se lleven a cabo mensualmente como, por ejemplo, la electricidad, gas natural, teléfono, conexión a Internet o el suministro de agua.
Para que el cliente no tenga que autorizar su pago cada mes, tiene la opción de domiciliarlo. Domiciliar un pago es una orden que el cliente da a su banco para que proceda al abono del mismo con una determinada periodicidad y sin que este deba autorizar o llevar a cabo el trámite de forma manual.
En el proceso de pago domiciliado, también conocido como adeudo domiciliado, intervienen distintos agentes:
- El ordenante: persona o empresa encargada de pagar el recibo mediante un cargo en su cuenta bancaria.
- El beneficiario: empresa o compañía que realiza ciertos servicios o suministros al ordenante, encargado de emitir el recibo a cobrar por dichos servicios.
- El proveedor de servicios de pago: entidad bancaria o de pago.
Además del pago de los recibos mensuales ya mencionados, también existe la domiciliación de los impuestos. En este caso, la Agencia Tributaria ofrece la posibilidad de domiciliar el pago de los mismos, por lo que se puede autorizar al banco para que lo abone cada vez que esta entidad se lo solicite. Lo más habitual es que sea de forma trimestral y anual, en el momento de presentar los modelos tributarios pertinentes.
Ventajas de domiciliar los pagos de mis recibos
Comodidad
Cuando el cliente autoriza a su entidad bancaria el abono de los distintos pagos que entran a su cuenta corriente, no tiene que estar pendiente cada mes de hacerlo y/o autorizarlo personalmente, lo que le ahorra tiempo y preocupaciones.
Evitar impagos por despiste
La domiciliación de recibos reduce el riesgo de olvidar la liquidación de un pago o la fecha de vencimiento del mismo. De esta forma, se evitan sanciones por demora. Otro factor positivo de tener los recibos domiciliados es que puede ayudar al titular de la cuenta a hacer mejores estimaciones de sus gastos mensuales y así gestionar mejor su presupuesto.
Posibilidad de reclamación
En caso de que el importe del recibo abonado fuera incorrecto, el ordenante dispone de un plazo de 8 semanas, a contar desde la fecha de adeudo en su cuenta, para reclamar su devolución.
¿Qué se necesita para domiciliar un pago?
Para domiciliar un pago, es necesario que el titular de consentimiento expreso, es decir, autorizar a la entidad bancaria para que realice el pago recurrente y que este se cargue en su cuenta. Hacerlo mediante el Servicio Cambio de Banco requiere de realizar los siguientes pasos:
- Accede a ‘Trae tus recibos’ (desde bbva.es o la app de BBVA).
- Decide si vas a adjuntar los recibos manualmente o conectar con tu otro banco.
- Si eliges la primera, y tras seleccionar la cuenta de destino a la que traer tus recibos bancarios, procede a incluirlos.
- Si eliges la segunda, y con la cuenta de destino ya indicada:
- Introduce el usuario y contraseña que utilices habitualmente en tu otro banco.
- Marca los recibos que quieres traer a BBVA (en algunos casos, se te pedirá una foto del mismo, que puedes hacer y adjuntar en el momento).
- Acepta los términos y condiciones.
Así, de forma totalmente digital y en tan solo unos minutos, BBVA le permite domiciliar el pago de sus recibos cómodamente. Además, si el usuario ya tiene sus recibos domiciliados en una cuenta de otra entidad, puede traerlos de igual manera utilizando el Servicio Cambio de Banco que BBVA pone a disposición tanto de clientes como de no clientes.