La compra de coches de segunda mano es ya una realidad. Más de 1,9 millones de vehículos usados fueron adquiridos en 2020, lo que avala la implantación de un mercado que ya no desmerece al de modelos nuevos o de Km.0.
La principal causa de este crecimiento es el precio. Los coches de segunda mano suelen tener un coste menor, lo que les hace más asequibles frente a los ‘recién salidos de fábrica’, a pesar de que sus condiciones no siempre sean las más adecuadas. Ahorrar, aunque sea poco, es fundamental hoy en día. También debemos tener en cuenta que cada vez son más los casos de vehículos usados que se venden en buen estado.
Otro factor que ha ayudado al crecimiento de este sector es la mayor participación de los concesionarios. Antiguamente, la mayor parte de las operaciones se realizaban entre particulares. Hoy, las empresas del sector automovilístico buscan aprovechar el tirón de los coches de segunda mano para potenciar las ventas totales, poniendo toda su infraestructura y medios a su disposición.
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Factores a tener en cuenta en la compra de coches de segunda mano
- Precio: como hemos comentado previamente, este tipo de coches son más económicos que los nuevos. Sin embargo, adquirirlo de mano de un particular reduce aún más el gasto a realizar ya que no hay que abonar el IVA. Los concesionarios, por su parte, si cobran este impuesto.
- Trámites administrativos: el ‘papeleo’ en la compra-venta de coches de segunda mano es el mismo que el de uno nuevo. Si se acude a un concesionario a realizar la operación, será este el que se encargue de realizarlo (sin coste adicional) mientras que si se lleva a cabo entre particulares, el comprador será el encargado de hacerlo.
- Garantía: el Código Civil únicamente obliga al particular que vende su vehículo a que este se encuentre libre de cargas, gravámenes o vicios ocultos, haciéndose cargo de cualquier reclamación al respecto de ellos durante los seis meses posteriores a la operación. Tras estos, el comprador es el único responsable. La compra en concesionarios, sin embargo, aporta un año de garantía (mínimo) por contrato, la cual cubre cualquier defecto.
- Financiación: si bien el precio de los coches de segunda mano es menor, en muchos casos es necesario fraccionar el total en cuotas para poder hacerle frente. Solo los concesionarios, o las entidades bancarias, están en condiciones de poder ofrecer esta opción, no así un particular.
Evita fraudes
También debes fijarte
Una de las cosas que más preocupa al comprar un vehículo usado, como ya hemos avanzado, es su estado. Tanto si optas por un concesionario como por un particular, debes revisar:
- Sistema de frenos, haciendo una prueba dinámica para comprobar si se originan ruidos tras pisar el pedal.
- Caja de cambios, comprobando que las inserciones se realizan sin tirones y sin que se generen ruidos extraños.
- Tubo de escape, vigilando que el color del humo sea el correcto.
- Motor y radiador (y sus manguitos), para los que necesitarás un mecánico profesional que te indique si este se encuentra en buen estado o necesita ser reparado.
- Aire acondicionado y climatizador, los cuales debes activar para ver que funcionan correctamente.
- Instrumentación y testigos.
- Luces, para lo que es necesario ir a una zona oscura en la que comprobar tanto su buen funcionamiento como su perfecto reglaje.
- Neumáticos y suspensiones.
- Carrocería, la cual no debe tener ni abolladuras ni corrosiones y el color de la pintura debe ser nítido.
- Kilometraje y, en concreto, si se ha llevado a cabo el mantenimiento en el concesionario oficial, o no.