La importancia de revisar la economía familiar (ante la llegada de un bebé)

Los ingresos mensuales de una familia, con bebé o sin él, deben ser suficientes como para satisfacer las necesidades básicas, acarrear con posibles compromisos de deuda y, sobre todo, garantizar un futuro económico estable. En este sentido, por ejemplo, la regla del 50/30/20 es una buena opción para vertebrar ingresos y gastos. 

La regla del 50/30/20 se trata de una división o cuenta para repartir los ingresos en tres grupos de gasto principales: la mitad de los ingresos, esto es el 50 %, ha de estar destinada a cubrir necesidades básicas (tales como el pago de un alquiler o de una hipoteca, pero también de alimentación, energía, desplazamientos, etc.), el 30 % debe destinarse a aquello útil o atractivo (pero no necesario realmente, pudiendo catalogar aquí cuestiones tan diversas como ocio, caprichos tecnológicos, vacaciones, etc) y el 20 % restante se debe ahorrar, en el mejor de los casos, en una cuenta aparte (cómo, por ejemplo, la Cuenta Ahorro Metas o, en el caso de un menor, la Cuenta Ahorro Metas para Menores de BBVA). Este control de la economía familiar garantiza un buen manejo de los ingresos y, además, permite a la larga crear un colchón para sufragar gastos repentinos o imprevistos. Y esto, que lo debe hacer cualquier familia, es si cabe más importante ante la llegada un bebé.

Los gastos de un recién nacido son elevados, pues no solo hay que procurar alimentación, ropa y material para los cuidados de su día día (cremas, pañales, etc.), sino que, además, es necesario desembolsar un dinero extra antes de que nazca tu bebé (para comprar, por ejemplo, el carrito de paseo, el asiento para el coche o, en menor medida, los aparatos para desinfectar los biberones, los cambiadores, los portátiles, las mini bañeras, etc.). Unos “desembolsos” que no harán muy “deseable” la llegada de gastos añadidos y espontáneos. 

Entre los imprevistos más frecuentes en torno a un bebé se encuentran: 

• Gastos médicos: compra de medicinas o realización de cuidados específicos (por enfermedad).
• Gastos añadidos: por ejemplo, el de calefacción en invierno o el del aire acondicionado en verano. 

A estos ejemplos hay que sumar, sin duda, otros posibles imprevistos del día a día que, en ocasiones, pueden llegar a descolocar la economía familiar: 

• Averías en el hogar.
• Avería en el coche.
• Pagos de la declaración de la renta. 

En resumen: es bien sabido que los gastos, con la llegada de un bebé, crecen de forma considerable, lo que exige, en muchos casos, una redistribución de los gastos de la unidad familiar (para adaptarse a la nueva situación). Y la realidad es que cualquiera de estos gastos se puede sobrellevar mejor previendo un poco.

Para poder tener una capacidad de ahorro adecuada y un manejo correcto del dinero, es necesario encontrar una buena relación calidad precio en las decisiones de cada día. Esto afecta a la compra diaria y, también, a decisiones más importantes como, por ejemplo, alquileres, endeudamientos u otros compromisos financieros a largo plazo. 

Como punto de partida, no obstante, hay que hacer una radiografía de gastos e ingresos para saber exactamente por dónde entra y por dónde se va el dinero. Para conseguirlo, en BBVA ponemos a disposición de nuestros clientes una amplia gama de herramientas para cumplir con éxito metas y objetivos en cuestiones de ahorro. Estos, por ejemplo, pueden controlar también de manera directa sus gastos y sus facturas con herramientas como Mi día a día, Mis Metas y Presupuestos.

Con Presupuestos pueden seleccionar una o varias categorías para establecer un presupuesto y el importe límite para ese mes o siguientes. Con Mis Metas (a la que se puede acceder desde bbva.es o la app de BBVA), el cliente puede crear metas de ahorro y conocer o diseñar itinerarios para llevarlas a cabo. Por último, Mi día a día le da la posibilidad de revisar las finanzas diarias. La opción añadida de controlar igualmente los movimientos permite, de una pasada, conocer al detalle el perfil de los gastos y, en consecuencia, poder proceder a eliminarlos. 

Este tipo de herramientas no sólo te ayudarán a realizar con tus ahorros cosas que te parecían imposibles, sino sobre todo, ante la llegada de un bebé, también a coordinar con acierto y eficiencia gastos e ingresos de la economía familiar. El coste de todos los imprevistos, sin duda, puede ser en algunos casos muy elevado. Por ello, algunos ahorros ayudarán a hacer frente a todas estas situaciones sin agobios.

Si tu objetivo es ahorrar para los gastos del bebé, tal y como te avanzamos al inicio del artículo, dispones de la Cuenta Ahorro Metas de BBVA.

Y sí lo que buscas es una cuenta bancaria para menores que crezca a su ritmo, en BBVA también te podemos ayudar. Desde los 0 a los 17 años, y con tu inestimable ayuda, podrán disfrutar de los beneficios de la Cuenta Online para Menores, sin comisiones de administración y mantenimiento de la cuenta (0 % TIN, 0 % TAE), calculado para cualquier supuesto de saldo positivo diario durante un año. 

Y no te pedimos nada para no pagar estas comisiones, o lo que es lo mismo, no es necesario domiciliar tu nómina o tus recibos, ni contar un saldo mínimo, para disfrutar de todas sus ventajas. 

Además, esta cuenta para menores incluye, a partir de los 12 años, la Tarjeta Aqua Débito, la cual carece de comisiones de emisión y mantenimiento de la tarjeta y de comisiones por la retirada de efectivo en los 4.500 cajeros de BBVA. Y, si viajan al extranjero, con ella se les devolverá la comisión de los pagos en divisa que realicen y de 3 retiradas de efectivo al mes que hagan en cajeros fuera de España.

Y no te olvides de Bizum

Si el menor ya dispone de móvil y ha cumplido los 12 años, con la Cuenta Online para Menores va a tener ventajas como, por ejemplo, disponer de Bizum. Desde la app, y siempre que el representante legal lo permita, se podrán enviar y recibir ‘Bizums’, lo que puede ayudarle ante un imprevisto, en el que necesite dinero, o si se va de viaje y no se está cerca, por ejemplo. 

Para utilizarlo, y tras haber contratado la Cuenta Online para Menores, el proceso es sencillo: el menor tiene que descargarse la app BBVA y, una vez se instale en el dispositivo, el representante legal se encargará de activar el servicio desde la app, de forma que ambos puedan usarlo. 

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