Invertir el dinero en acciones, ¿qué es?
Cuando se toma la decisión de invertir parte del dinero que se tiene, existen dos alternativas:
- La primera es prestar el dinero y recibir un tipo de interés a cambio. El préstamo se puede hacer al sector público (bonos del Tesoro) o a una empresa privada. El rendimiento que se obtiene por el préstamo es conocido de antemano, por eso a este tipo de inversión se le denomina “renta fija”. Transcurrido el plazo del préstamo, se recupera la cantidad inicialmente invertida más los intereses pactados.
- La segunda opción es comprar una participación en un negocio. Las empresas pueden cotizar o no en bolsa. En el caso de que lo hagan, la propiedad de la empresa se divide en una serie de participaciones que están a disposición del público, el cual puede comprarlas (y venderlas en cualquier momento). Es lo que se conoce como invertir en acciones. Si se optar por comprar la acción de una empresa, el rendimiento que se va a tener será el beneficio por acción que genere la empresa. Parte de este beneficio será pagado a los inversores en forma de dividendos y otra parte del mismo se reinvertirá en la propia empresa, sentando las bases para los beneficios futuros. Como el beneficio de la empresa no puede saberse de antemano, y cambia cada año, a este tipo de inversión se le llama “renta variable”.
Te ayudamos a encontrar tu fondo de inversión
¿Cómo invertir en acciones?
Si tienes interés en saber cómo puedes invertir en acciones, hay dos formas de hacerlo:
Comprar directamente acciones en el mercado bursátil.
Las acciones adquiridas se depositarán en una referencia de valores a nombre del titular. El precio de estas acciones en las que se ha invertido cambiarán todos los días. En estos casos, los costes asociados a la inversión serán las comisiones de compra y de venta y los corretajes y los gastos cargados por el intermediario. Del mismo modo, se cobrará una comisión periódica para pagar el servicios de depositaría de valores.
Otra forma de invertir en acciones es hacerlo a través de instituciones de inversión colectiva.
Un fondo de inversión es un instrumento que aglutina el patrimonio de multitud de partícipes y lo invierte en los mercados bursátiles de una forma eficiente. Los inversores tendrán un cierto número de participaciones del fondo y cada participación tendrá un valor liquidativo diario, que será el resultado de dividir la valoración actual de las inversiones del fondo por el número de participaciones existentes.
Este valor liquidativo podrá ser utilizado cada día para comprar y vender participaciones del fondo. Los costes asociados a este tipo de inversión serán, por un lado, la parte correspondiente de los gastos operativos del fondo, más dos tipos de comisiones básicas: la de gestión y la de depósito. La primera remunera el servicio profesional de la gestión de las inversiones del fondo y la segunda, el servicio de depositaría de valores.
¿Dónde invertir dinero en acciones?
Para decidir dónde invertir en acciones, hay que tener en cuenta que distintos sectores económicos se pueden comportar de diferente manera dependiendo del momento del ciclo económico en el que uno se encuentre. Así, en un escenario de subida de tipos de interés, las acciones financieras suelen tener un buen comportamiento, ya que los bancos obtienen más ingresos al prestar dinero. Por el contrario, otros sectores como el inmobiliario y de construcción, o las empresas eléctricas, sufren en un entorno de subidas de tipos de interés.
Esto también sucede cuando cambian los precios de las materias primas. Por ejemplo, una subida del precio del petróleo afectará negativamente a las aerolíneas, pero positivamente a las empresas petrolíferas.
Del mismo modo, existen empresas que se desempeñan mejor en escenarios de elevado crecimiento económico, mientras que otras tienden a hacerlo mejor cuando el crecimiento es escaso. Por ejemplo, el sector de consumo estable, que está formado por empresas que fabrican y venden productos de primera necesidad, o el sector sanitario, lo suelen hacer mejor en tiempo de incertidumbre económica, ya que sus ingresos estarán relativamente más protegidos y por esta razón nos referimos a ellos como sectores defensivos.
En cualquier caso, el primer mandamiento que debe cumplir todo buen inversor es el de la diversificación. Es decir, cuando elige dónde invertir, nunca debe poner todos los huevos en la misma cesta, ya que ninguna empresa está a salvo de sufrir acontecimientos negativos que le afectan exclusivamente a ella, sin que el resto del mercado se vea penalizado. Por ejemplo, un accidente aéreo, el fracaso en la prueba de un medicamento o diversos riesgos legales y reputacionales pueden afectar enormemente a una compañía, sin que el resto del sector se vea afectado.
Del mismo modo, tampoco se debe invertir en un solo sector ya que, como hemos visto, si las condiciones económicas no acompañan, el total de la inversión se comportará negativamente. Así pues, hay que invertir en varias empresas, varios países y varios sectores, para evitar en la medida de lo posible estos riesgos específicos. Esto no es sencillo de realizar invirtiendo directamente en el mercado, ya que compromete una gran cantidad de inversión que está fuera del alcance de la mayoría de nosotros. Una alternativa accesible y eficiente es invertir a través de un fondo de inversión.
¿Qué acciones son más seguras para invertir?
No existen acciones seguras en las que invertir. Es más, cabe decir que la seguridad total no existe en el mundo de la inversión. Lo importante es conocer los riesgos a los que hay que enfrentarse y seleccionar los que podemos permitir.
Vamos a verlo más claro con un ejemplo: una persona necesita hacer el pago de la entrada de su vivienda dentro de seis meses y mientras tanto quiere rentabilizar su dinero. En este caso, el inversor no se puede permitir el riesgo que supone el invertir en acciones, ya que podría darse el caso de que el mercado se comporte mal en un plazo de tiempo tan corto y que cuando él tenga que hacer frente al pago, el valor de la inversión sea inferior al que necesita. Por el contrario, una persona que no prevea necesitar el dinero a corto plazo, podrá perfectamente invertir en acciones, ya que las inversiones tendrán tiempo para recuperarse en caso de que los mercados no se comporten bien de inicio.
Por otra parte, si lo que se quiere es invertir en acciones de riesgo bajo, hay que enfocarse en las defensivas, que ya hemos visto antes que suelen comportarse mejor en momentos de incertidumbre en los mercados. Empresas de bienes de primera necesidad, junto con compañías eléctricas, sanitarias y de telecomunicaciones suelen encuadrarse dentro de esta categoría. También suelen estar más protegidas de los vaivenes del mercado las empresas que pagan un elevado dividendo. Por último, en el mundo de los fondos de inversión pueden encontrarse alternativas que incorporen un menor nivel de riesgo, en las que el gestor seleccionará de forma sistemática las acciones más seguras del mercado.