¿Qué es la jubilación activa?
¿Qué requisitos deben cumplirse para optar a la jubilación activa?
En primer lugar, el acceso a la pensión tendrá lugar una vez cumplida la edad establecida por ley. En 2018 la edad ordinaria es de 65 años cuando se hayan cotizado al menos 36 años y 6 meses, o a 65 años y 6 meses, en caso de haber cotizado menos de 36 años y 6 meses.
En segundo lugar, el interesado debe haber alcanzado la pensión máxima que pueda percibir. Desde 2015 se alcanza una vez que se acredite el haber cotizado al menos durante 35 años y 6 meses. Este periodo se encuentra en fase de incremento gradual. Desde 2027, se deberán acreditar al menos 37 años cotizados.
Los jubilados que se hayan decantado por la jubilación anticipada o estén acogidos a bonificación no pueden optar a esta modalidad de jubilación.
¿Qué cantidad percibe un pensionista activo?
Durante el periodo de jubilación activa, la pensión será el 50% del total establecido en el reconocimiento inicial, una vez aplicado el límite máximo de pensión pública o del importe que se esté cobrando en ese momento. Este sistema entra en vigor en el momento el que se comience a compatibilizar la jubilación con el trabajo. En todos los casos queda excluido el complemento por mínimos, independientemente del tipo de trabajo que realice el pensionista o de su jornada laboral.
Cada año, la pensión se revalorizará según lo establecido por ley. Durante el periodo que dure esta modalidad de jubilación, la suma del importe de la pensión y las revalorizaciones correspondientes se reducirán en un 50%. Además, si se goza del régimen de jubilación activa, no se podrá solicitar el complemento a mínimos.
Los trabajadores autónomos pueden percibir la misma cuantía que aquellos que trabajen por cuenta ajena.
Antes de la entrada en vigor de la nueva Ley el 26 de octubre de 2017, el importe de la jubilación activa era del 50% de la pensión reconocida, como se ha mencionado anteriormente. Ahora se han ampliado las opciones para el disfrute de la jubilación activa:
- Una de las mejoras que ha incluido la ley es que, si el autónomo acredita tener contratado al menos a un trabajador, la cuantía de la pensión de jubilación alcanzará al 100%.
- Si el autónomo no tiene trabajadores, la cuantía de la pensión será el 50% de su base reguladora, la misma cuantía a la que acceden los trabajadores por cuenta ajena.
¿Qué ocurre cuando el pensionista deje de trabajar?
¿El pensionista activo cotiza por el trabajo realizado?
¿Qué factores se deben tener en cuenta?
La jubilación activa puede ayudar al autónomo a cerrar su negocio de una manera efectiva. También es posible que el futuro pensionista quiera vender su negocio o transferirlo a un tercero, por lo que la jubilación activa puede ser una opción viable para supervisar todos los trámites antes de retirarse definitivamente.
Aunque la jubilación activa implica renunciar a la mitad de la pensión, el hecho de seguir trabajando permite a la persona tener ingresos adicionales. Además, seguir realizando una cierta actividad laboral puede ser muy beneficioso para la salud física y mental del pensionista.
Optar por la jubilación activa como autónomo depende de los diferentes factores mencionados y del partido que cada persona pueda sacar a esta modalidad. En definitiva, el pensionista activo es una figura muy beneficiosa para el sistema porque permite reducir la carga del sistema de pensiones y sigue colaborando a través del pago de impuestos. El trabajador, por su parte, puede prolongar su vida laboral de forma flexible ya que puede realizar cualquier tipo de trabajo por cuenta propia o ajena.
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