¿Es posible contratar un seguro de decesos con una enfermedad?

Los seguros de decesos se encuentran entre las pólizas más contratadas. Esta popularidad se debe a la protección que ofrecen, con coberturas que ayudan a hacer frente a los gastos asociados a un fallecimiento (en un momento tan difícil).

Sin embargo, surgen dudas sobre cómo responde este tipo de seguro cuando el asegurado padece una patología previa. Esta casuística se detalla en el siguiente artículo, en el que se explica si se está cubierto por el seguro de decesos con una enfermedad y las condiciones que, habitualmente, se incluyen en las pólizas. ¡Sigue leyendo!

Uno de los aspectos clave al contratar un seguro de decesos es cómo afectan las enfermedades preexistentes (son problemas de salud que el asegurado tenía antes de contratar la póliza y que suelen estar especificadas en los términos y condiciones del contrato).

En el caso de los seguros de decesos, se considera “enfermedad grave”: el cáncer, independientemente de su tipo; las enfermedades o lesiones cardiovasculares y del miocardio; los accidentes cerebrovasculares; los trasplantes de órganos; la insuficiencia renal crónica; la esclerosis múltiple; las enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson, el Alzheimer o la ELA; y las patologías respiratorias o pulmonares crónicas.

No obstante, cada aseguradora establece su propia lista de patologías clasificadas como graves, por lo que resulta fundamental revisar las cláusulas del contrato y, en caso de duda, contactar directamente con la compañía para aclararla.

Es posible que algunas compañías rechacen la póliza si el solicitante presenta alguna enfermedad grave, debido al alto riesgo que representa para ella (o ellas). Esto ocurre especialmente en las modalidades de prima natural, mixta, seminatural y nivelada. Sin embargo, con la modalidad de prima única sí es viable contratar este tipo de seguro, incluso si se padece una enfermedad grave, ya que el capital necesario para cubrir el sepelio se adelanta en función de los servicios contratados.

¿Cómo puede afectar una enfermedad previa en el  seguro de decesos?

Las aseguradoras, por lo general, no excluyen de la contratación de un seguro de decesos, de inicio, a personas con enfermedades, pero es común que el hecho de tenerlas sea un condicionante en:

• El coste de la prima: las personas con enfermedades preexistentes suelen pagar primas más altas al haber un mayor riesgo asociado a ellas.
• Los períodos de carencia: algunas pólizas imponen un período inicial durante el cual ciertos beneficios no están activos (especialmente en casos de enfermedades diagnosticadas previamente).
  

• Las coberturas específicas: es importante verificar si la enfermedad preexistente afecta el alcance de las coberturas incluidas.

Hay que ser sincero al completar el cuestionario de salud, previo a la contratación del seguro de decesos, indicando con precisión el estado real en el que uno se encuentra. La duda surge cuando la enfermedad ya ha sido superada. Por ejemplo, si alguien ha finalizado con éxito un tratamiento contra el cáncer o ha superado un infarto y recuperado su rutina diaria, ¿es posible contratar un seguro de decesos?

La respuesta varía según la aseguradora, pero, en general, sí es factible. No obstante, puede suceder que las condiciones ofrecidas no sean las mismas que las de una persona completamente sana que contrate el mismo producto.

En estos casos, las aseguradoras suelen verificar que la enfermedad ha sido superada y que el estado de salud del solicitante ha mejorado. Una vez lo comprueba, la compañía hace su oferta, personalizada para esa persona, que podría incluir ciertas modificaciones, como períodos de carencia más largos o primas más elevadas (debido al riesgo asociado).

En cualquier caso, lo habitual es que se pueda contratar el seguro de decesos si la enfermedad se ha superado.