Las tarjetas de crédito y débito son una de las formas más seguras para realizar pagos online, y esto es en parte gracias al código CVV. Este acrónimo, que viene del inglés (Card Verification Value), sirve para verificar que el poseedor de la tarjeta es quién está realizando la compra, ya que el código únicamente viene impreso en el plástico de la tarjeta.
Es muy habitual que en las compras online o por otras vías telemáticas –por ejemplo, por teléfono-, se le pida al cliente que ingrese este código. Es una medida de seguridad más que se suma al propio número de la tarjeta o la fecha de caducidad.
¿Qué es el CVV dinámico?
Para más seguridad, la Tarjeta Aqua de BBVA, en cualquiera de sus modalidades (crédito, débito o prepago), no incluye datos en su soporte físico. Esto quiere decir que, a simple vista, la tarjeta no brinda la información relativa al número de tarjeta, fecha de caducidad y el código CVC (también conocido como CVV), la cual se ha de consultar (de forma rápida y sencilla) en la app de BBVA.
Este último dato (el código CVC), además, ya no es estático. En su lugar, se utilizar un CVV dinámico, el cual tiene un periodo de validez limitado, tras el cual expira, siendo necesario solicitar un nuevo si se requiere su uso. Una medida que, junto al resto de medidas de seguridad, ofrece un alto grado de protección a la hora de realizar cualquier compra online.