Pocos objetos resultan más útiles en nuestro día a día que una tarjeta de crédito. Como método de pago, este ‘plástico’ es personal e intransferible de tal manera que solamente el titular puede utilizarlo.
Además, una tarjeta de crédito nos da acceso a una línea de financiación que nos puede hacer la vida mucho más fácil. Veamos cómo.
Un crédito cuando lo necesites
La principal característica de una tarjeta de crédito es que permite a su titular disponer de una cantidad de dinero, aunque no tenga en ese momento dinero en la cuenta asociada a la tarjeta. Esto es posible gracias a que nuestra entidad bancaria nos concede un crédito que va asociado a la tarjeta. Es una línea de crédito a la que podremos acceder de manera ágil a la hora de realizar cualquier pago con la tarjeta, con la opción de abonarlo:
- En un solo pago, el día 20 del mismo mes o el día 5 del mes siguiente, sin intereses.
- Mediante pago aplazado (revolving): una cantidad fija o un porcentaje cada mes (ambos con intereses).
- Mediante pago personalizado (revolving): un pago en concreto o el recibo mensual de la tarjeta.
En cuanto al límite de crédito de las tarjetas, existen diferencias en base a los tipos de tarjetas de crédito que hay en el mercado, cuya concesión, principalmente, está ligada a la capacidad de pago del titular.
Cómo se devuelve el dinero
Servicios y beneficios asociados a las tarjetas de crédito
Muchas de las tarjetas de crédito que actualmente ofrecen los bancos vienen asociadas a una serie de beneficios. Por ejemplo, hay tarjetas que ofrecen descuentos por repostar en diversas gasolineras mientras que otras devuelven un porcentaje del importe de las compras realizadas con la tarjeta. Por otro lado, algunos de estos plásticos tienen un programa de puntos que el usuario puede canjear para conseguir descuentos o productos de su interés.
De la misma forma, algunas tarjetas de crédito tienen vinculada la contratación de un seguro. Estos son los más habituales:
- Seguro de viaje: lo normal es que cubran un límite de gasto por robo, accidente o cualquier otra contingencia que se produzca durante el viaje, incluido el retraso o cancelación del viaje en avión o tren.
- Seguro de robo o uso fraudulento: cubre el uso del dinero que se hayan robado o duplicado de la tarjeta.
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¿Y si la utilizo en el extranjero?
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