Es recomendable revisar nuestra cuenta bancaria a diario, más con lo fácil y rápido que resulta gracias a las aplicaciones bancarias que tenemos instaladas en los dispositivos móviles. Una acción que, con unos pocos clics, permite que nos evitemos más de un disgusto. Pero, ¿y si al realizar la consulta nos encontramos con un gasto que no hemos hecho? ¿Cómo puedo reclamar el cargo en mi tarjeta?
Este puede deberse a diversos motivos: un pago que se ha duplicado, un servicio del que nos habíamos dado de baja y que nos han seguido cobrando, etc. Sea cual fuere el caso, no tenemos que preocuparnos porque tiene solución. En este artículo te contamos lo que puede hacer si eres cliente de BBVA.
¿Cómo reclamar ese pago “realizado” con mi tarjeta?
Lo primero, y antes de empezar con cualquier trámite, es recordar todos los gastos que has llevado a cabo, por si acaso lo hubieses olvidado. Para ello, es bueno entrar en los detalles de la compra que crees que no has realizado y revisar el día, la hora y el comercio en el que se hizo. Si tras comprobarlo sigues sin tener constancia, debes proceder a su reclamación.
En BBVA puedes hacerla, de manera sencilla, por cualquier de las vías que ponemos a tu disposición:
- En nuestras oficinas, identificándonos con el DNI.
- Por teléfono, llamando al 900 102 801.
Recomendaciones para que no te suceda
Sin ser algo frecuente, siempre es bueno saber como reclamar un cargo en tu tarjeta por si ocurre. También se pueden establecer medidas para evitarlo, es decir, para estar más respaldados ante esta problemática:
- Revisar tu cuenta bancaria y tu tarjeta diariamente, lo que te permitirá controlar todas las operaciones que realices.
- Guarda los comprobantes de las compras que hayas realizado de cara a poder justificar en un futuro cada una de ellas.
- Coteja siempre el comprobante de la compra con el gasto que aparece en tu cuenta para saber que no difieren.
- Lee la letra pequeña de los servicios gratuitos y evita llevarte una sorpresa en el futuro.
- Vigila las renovaciones automáticas de las suscripciones anuales que tengas, por si no deseas que se ejecuten.
Pequeñas acciones que, de realizarse habitualmente, puede evitarte grandes sustos en un futuro.