En qué consiste una orden de pago
Cómo tramitar una orden de pago
Para emitir una orden de pago, el ordenante ha de solicitar la transferencia en su oficina bancaria (cumplimentando y entregando el impreso correspondiente) o en su aplicación de banca electrónica. En ambos casos, es necesario que el ordenante se identifique y ofrezca información sobre la cantidad a pagar, la divisa del pago y los datos bancarios del beneficiario.
En el caso de que el banco pagador se encuentre en el extranjero, el ordenante también debe indicar el código swift o bic, código bancario internacional identificativo que da información sobre el nombre del banco, oficina y país en el que se encuentra. También se debe facilitar el código IBAN (Código Internacional de Cuenta Bancaria) de la cuenta de destino, con el que se pueden identificar fácilmente todas las cuentas bancarias en cualquier lugar del mundo.
Tipos de orden de pago
En función de las cantidades que el ordenante haya de abonar y del número de beneficiarios, existen dos tipos de orden de pago:
- Transferencia individual: es la más común. Mediante esta modalidad, el ordenante autoriza expresa y directamente a su entidad para que ejecute la transferencia, realizando la solicitud personalmente en su oficina o en la sede de banca electrónica de su entidad.
- Transferencia en ficheros: es una opción muy útil en que caso de haya que realizar un considerable número de pagos a diferentes beneficiarios, como puede ser el pago de nóminas o pagos a proveedores. Para tal fin, el ordenante ha de presentar en su entidad bancaria un listado que incluya a todos los beneficiarios junto a los importes a abonar y las cuentas de destino. Esta operación se realiza mediante un archivo informático de manera conjunta.
Ventajas de las órdenes de pago
La principal ventaja de las órdenes de pago, y la razón por la que muchos optan por este medio, es su rapidez. Además, es, junto con el cheque, una de las opciones más baratas para realizar un pago internacional. Por otra parte, permite realizar pagos en moneda extranjera, incluso cuando el ordenante no dispone de una cuenta bancaria con fondos en la divisa en la que necesita realizar el pago, lo que resulta muy útil en las actividades de importación.
Las órdenes de pago también ofrecen al beneficiario mayor seguridad que medios como el cheque, ya que garantizan que el pago se realice rápidamente y que el beneficiario pueda disponer del abono directamente en su cuenta.