BBVA Valora Coches
¿Qué hace que un coche cueste más (o menos)?
Como hemos dicho, para responder a la pregunta de cuánto vale mi coche, hay que analizar primero los efectos que diversos agentes pueden tener en él y en su precio de venta.
La antigüedad es uno de los más importantes. Según los años que tenga el vehículo, y en base a una tablas preestablecidas , el vendedor podrá establecer un precio u otro (el cual servirá como referencia a la hora de establecer el posible precio de salida)). Otro aspecto a tener en cuenta es el kilometraje, referencia del grado de uso que se le ha dado. La relación suele ser inversamente proporcional, lo que significa que, normalmente, cuanto más alta sea la cifra indicada en el cuentakilómetros, más baja será la cantidad a obtener por él.
También hay que tener en cuenta el “para qué” se ha utilizado. Y es que no es lo mismo que el coche se haya conducido por ciudad, y en pequeños trayectos (al trabajo, de compras, etc.) a que se haya usado como medio de transporte habitual en viajes de larga distancia. Además, también es importante saber quién lo ha utilizado, es decir, si ha sido un solo individuo, una pareja o una familia, ya que el desgaste no es el mismo los tres casos. Según la casuística que se de, así será su valor.
El tipo de carburante también es un factor relevante. Que sea diésel, gasolina, híbrido enchufable, gas natural y eléctrico aumenta o reduce los futuros gastos en combustible, pudiendo pedirse más por aquellos modelos que requieran una inversión menor a la hora de llenar el depósito. Y tan importante es saber lo que se paga por depósito lleno como lo que este va a durar. Entre menos se gaste a los 100 kilómetros, mayor será el ahorro (pudiendo elevar esto el previo a solicitar). Lo mismo ocurre con las emisiones. Si el coche que se adquiere no supera unos límites ya marcados, el cliente puede verse beneficiado por el ahorro del impuesto de matriculación. Un ahorro significativo para el vendedor que, como en los casos anteriores, puede hacer crecer el precio de salida del vehículo.
También hay que tener en cuenta
Además de los anteriores, y para terminar de responder a la pregunta sobre cuánto vale mi coche, hay que valorar otros aspecto como:
- Su exterior: tanto el mantenimiento en sí (no tener rayones, abolladuras o cualquier otro defecto) como el lugar en el que lo has efectuado (no es lo mismo hacerlo en la casa, especializa en sus propios modelos, que en un taller ajeno a ella) pueden elevar o reducir el valor de la compra-venta.
- Su interior: los materiales de los que esté hecho o el espacio del habitáculo, por ejemplo, son prestaciones que se suelen revisar de cara a garantizar una mayor comodidad durante el viaje (tanto para el conductor como para el/los pasajeros). Cuanto mayor sea su calidad, y mejor su estado, más alto puede ser el precio de salida del coche.
- Equipamiento: también se miran con lupa ciertas características, básicas en muchos casos, como el aire acondicionado, los elevalunas eléctricos (en las 4 puertas) o el cierre centralizado. De igual modo, se valoran positivamente ciertos avances tecnológicos como el Start&Stop, el control de velocidad de crucero, el asistente de aparcamiento o el GPS.
- Seguridad: todos los coches disponen de medidas que garantizan la protección tanto del conductor como de los pasajeros que van en él. Sin embargo, y dependiendo del año en el que se haya fabricado el vehículo, la normativa europea aplicada en los distintos modelos será distinta, lo que implica que las medidas incluidas en ellos también lo sean. ¿Qué significa esto? Que cuanto más moderno sea el coche, por ejemplo, más lo serán las soluciones en seguridad que incorpore.