El mercado de renta fija, en todas sus tipologías y según señalamos en todas nuestras publicaciones referentes a dicho activo, es el mercado financiero más grande del mundo, donde acuden gobiernos, empresas y administraciones locales en busca de financiación.
Si nos centramos en las emisiones realizadas por las empresas, éstas se suelen diferenciar en dos grupos según la capacidad de pago de la compañía: grado de inversión (emisores con una elevada capacidad de pago) y high yield –o alto rendimiento- (emisores con capacidad de pago más reducida):
- Grado de inversión ó Crédito: el subconjunto formado por las emisiones de renta fija realizadas por empresas de elevada capacidad de pago.
- High Yield ó Alto Rendimiento: el subconjunto formado por las emisiones realizadas por empresas con menor capacidad de pago. En este caso, al tratarse de empresas con capacidad de pago reducida y, por tanto, mayor riesgo de impago, ofrecen cupones más elevados que las emisiones grado de inversión, para compensar el incremento en riesgo.
Estos mercados suelen clasificarse de manera geográfica, por lo que el inversor encontrará fondos de Crédito Europa, Crédito USA y Crédito Global, por un lado, y de High Yield Europa, High Yield USA y High Yield Global, por otro. Además, en cada geografía, podemos encontrar fondos enfocados en el corto plazo o en todo el espectro de vencimientos.
La evolución de estos fondos se va a ver influenciada por los movimientos en los tipos de interés y por los cambios en la salud financiera de las empresas en las que estén invertidos. En el caso de high yield, cobra especial importancia la evolución de la salud financiera de las compañías en las que se invierte, y en este sentido, seleccionar correctamente las empresas que entran dentro de la cartera, así como las empresas que hay que descartar a toda costa, es clave para la rentabilidad del fondo.
Vocabulario a tener en cuenta
Además de las definiciones ya señaladas para toda inversión en renta fija, dentro de los fondos que invierten en el mercado de crédito destacaríamos las siguientes definiciones:
- Curva de tipos: también conocida como estructura temporal de tipos de interés, es la representación gráfica que relaciona el tipo de interés con los diferentes plazos a los que se ha emitido la deuda. En situación normal es creciente, es decir, cuanto mayor es el plazo mayor es el tipo de interés.
- Rating: calidad crediticia otorgada por las agencias de rating, que refleja la solvencia del emisor analizado. Los mejores ratings se denominan grado de inversión (investment grade), mientras que los peores se les conoce como alta rentabilidad (high yield).
¿Por qué es interesante invertir en bonos corporativos?
- Cobro de intereses periódicos.
- Protección del capital, al recuperar el importe inicial de la inversión al final de la vida del bono.
- Diversificación, ya que permite reducir el riego de las carteras al combinarlo con otros activos como Renta Variable.
A tener en cuenta al invertir en bonos corporativos
- La capacidad de pago de la empresa a la que prestamos es clave.
- Si no es capaz de pagar los intereses y devolver el importe en el plazo establecido, el inversor podría llegar a perder parte o todo su dinero.
- El plazo del préstamo también es importante. Es más fácil saber si la entidad será capaz de devolver el dinero dentro de 5 años que dentro de 30, ya que en periodos tan largos pueden pasar muchas cosas.
- Existen varias agencias privadas encargadas de analizar los distintos emisores, y establecer una calificación o rating en función de su calidad crediticia. Las más conocidas son Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch. Esto permite comparar distintos emisores con un mismo criterio.
Las gestoras de fondos, en las fichas que generalmente hacen de los fondos periódicamente, publican el rating medio del conjunto de bonos en los que invierte el fondo, junto con otros datos de interés. Esta ficha, si existe, la puedes consultar en el apartado “Ver documentación” dentro de la información del fondo en bbva.es.