Un plan de pensiones es un producto financiero dirigido al ahorro para la jubilación que sirva de complemento a la pensión pública. Actualmente estamos inmersos en un debate acerca de la sostenibilidad del sistema público de pensiones y cuyo reflejo tenemos en las últimas reformas llevadas a cabo con la introducción del factor de sostenibilidad y el índice de revalorización de las pensiones. Además, dadas las previsiones demográficas, es muy probable que afecte a la suficiencia de las futuras pensiones públicas.
Ante este panorama los planes de pensiones son el principal producto de ahorro para la jubilación y, dada su naturaleza es un producto de ahorro a largo plazo. En la decisión de invertir en un plan de pensiones juega un papel fundamental, sin duda, su fiscalidad favorable en la etapa activa ya que las aportaciones realizadas reducen la base imponible del IRPF y, por tanto, desgravan en la declaración de la renta. Pero antes de decantarse por uno u otro y contratarlo deberíamos valorar ciertas características como son el perfil de riesgo, el plazo recomendado y, por supuesto, los costes que soporta el mismo.
Comisión de gestión y depósito de un plan de pensiones
El primer aspecto fundamental de las comisiones de los planes de pensiones es que están asociadas a los servicios que prestan tanto las entidades gestoras como las depositarias. A este respecto, la principal misión de la entidad gestora es la de administrar el patrimonio de los fondos de pensiones y la de la entidad depositaria es la de custodiar los activos financieros. No obstante, la entidad gestora tiene otras funciones entre las que podemos destacar la llevanza de la contabilidad del fondo, cuantificar la cuenta de posición, realizar el reporting a partícipes y beneficiarios, gestionar las aportaciones y prestaciones y controlar a la entidad depositaria, entre otras.
Por su parte, la entidad depositaria realiza también una labor de control a la entidad gestora además de instrumentar cobros y pagos, ejercitar las operaciones de compra y venta de valores, emitir los certificados de pertenencia, etc. Es por ello que las entidades gestoras y depositarias reciben una remuneración a través de las comisiones de gestión y depósito de los planes de pensiones. Es importante resaltar que estas comisiones no suponen ningún desembolso adicional de dinero por parte de los partícipes y beneficiarios sino que esta comisión ya está detraída implícitamente del valor de los derechos consolidados y económicos de los partícipes y beneficiarios, respectivamente. Estas cantidades suelen expresarse como un porcentaje sobre el patrimonio del Plan de Pensiones y está limitado por la ley. La comisión establecida por la legislación es del 0,20 % por la comisión depositaria y de una media del 1,25 % por gestión. La comisión de gestión la determina el tipo de producto. Si es de renta fija, la comisión máxima es del 0,85 %, si es de renta mixta, la comisión máxima es del 1,30 % y si es de renta variable, la comisión es de 1,50 %.
Para entender mejor el funcionamiento de la comisión y despejar cualquier duda, pongamos un ejemplo. Imaginemos que tenemos invertidos 40.000 € en un plan de pensiones y que pagamos la comisión de gestión media, es decir el 1,25 %. El dinero anual destinado al pago de esa comisión será 500 € independientemente de lo que ocurra con los fondos del plan.
Por su parte, la comisión de depósito puede ser de hasta el 0,20 %, de modo que volviendo al ejemplo anterior, se destinarían 80 € anuales para cubrirla. 1,50 % y 0,20 % son las comisiones máximas establecidas por ley, sin embargo cada entidad puede fijar las que considere dentro de ese tope. Lo habitual es que la comisión varíe en función de la política de inversión de los fondos así como del estilo de gestión, ya sea gestión pasiva o activa.
Habitualmente los fondos de renta fija soportan unas comisiones menores a los de renta variable y lo mismo sucede con la gestión pasiva versus la gestión activa.
Aplicación de las comisiones y su efecto para el titular del plan de pensiones
Además de saber que existen dos comisiones distintas, es importante entender cómo se cobran. El porcentaje del 1,70 % como máximo, se aplica sobre el total de dinero invertido y no sobre los beneficios generados. Esto quiere decir que tanto si gana como si pierde el plan de pensiones, la entidad gestora y la depositaria cobran igual.
El modo de aplicación de las comisiones de los planes de pensiones tiene otro efecto que repercute directamente al titular. El dinero que se paga en comisiones aumenta a medida que se incrementa el capital del plan. Esto es así porque a efectos prácticos no es lo mismo gestionar un fondo de 20.000 € que uno de 200.000 €. Cuanto más dinero, más complicada es la gestión.