Contar con un aval puede ayudarte a la hora de solicitar un préstamo a una entidad bancaria, aunque la decisión final dependerá de otros factores, como la política de préstamos de la entidad financiera, la cantidad de dinero solicitada o la solvencia del prestatario.
Estar en posesión de un aval es siempre una señal de confianza que aumenta mucho las probabilidades de que el banco te conceda el préstamo. Si no pagas el préstamo, el avalista deberá hacerse cargo de la deuda con sus bienes presentes y futuros.
A través del aval, el banco obtiene la garantía adicional de que se van a cumplir las cuotas de devolución estipuladas en el contrato y de que en caso de que el cliente no pueda hacer frente a los pagos, el dinero va a ser devuelto a la entidad financiera por otra vía. Ahora bien, si no se dispone de avalista o de un bien específico, por ejemplo, una vivienda, ¿cómo puedes acceder a un préstamo rápido sin aval bancario?
Requisitos para acceder a un préstamos rápido sin aval
El banco necesita comprobar la solvencia del prestatario para recuperar el dinero prestado y para cobrar los intereses. Para asegurarse de que cumples con las obligaciones económicas adquiridas, la entidad financiera te pide que cumplas con los siguientes requisitos:
- Ser mayor de edad: este requisito puede no cumplirse en algunos casos muy puntuales y excepcionales.
- Tener solvencia: ingresos superiores a las obligaciones adquiridas con el banco por el solicitante del préstamo.
- Ingresos estables: ingresos garantizados en la medida de lo posible.
- No tener créditos abiertos con otras entidades: la concesión de un préstamo rápido será más fácil en este caso.
¿A qué tipo de préstamos puedo acceder sin aval?
Los préstamos se pueden clasificar en dos grandes categorías: personales e hipotecarios. Por lo general, las entidades bancarias conceden con más facilidad un préstamo personal que uno hipotecario y no piden una garantía específica, como una vivienda, aunque deberás responder del pago del crédito con los bienes presentes y futuros.
Los préstamos personales están destinados a atender necesidades específicas que surgen en un momento determinado. Los más conocidos son los préstamos al consumo, para financiar bienes de consumo duradero como un coche, una moto o un mueble. También se encuentran aquellos cuya concesión se hace de forma rápida y con menos papeleo.
Antes de solicitar el préstamo, te recomendamos que te asegures qué cantidad de dinero puedes solicitar, el interés que te van a aplicar por prestarte el dinero, las comisiones, el plazo o periodo de tiempo acordado para devolver el préstamo y el importe de las cuotas periódicas.
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