Existen varias maneras de poder disfrutar del uso de un coche: se puede adquirir un vehículo en propiedad, alquilarlo para uso ocasional, o contratar un alquiler a largo plazo con un servicio de leasing o renting.
En este artículo te explicamos en qué consiste el renting, las claves de este contrato de alquiler de coches y las ventajas fiscales que te puede proporcionar.
BBVA Autorenting
¿Qué es el renting?
Claves del renting de coches
Teniendo en mente la definición de renting de coches, qué es concretamente, es importante tener en cuenta que se trata básicamente de un servicio de alquiler de vehículos, aunque con unas características que lo distinguen de otros tipos de alquileres como, por ejemplo, el público al que va dirigido, los gastos que se incluyen en el contrato de alquiler o lo que sucede con los vehículos al finalizar el contrato.
Para empezar, es importante conocer quién puede alquilar un coche por renting. Hasta hace poco, eran las empresas y los autónomos los que optaban por el renting como solución al desarrollo de su actividad económica, pero esta opción está cada vez más extendida también entre los particulares.
Otro de los aspectos que distinguen al renting frente a otras opciones de alquiler es el de los gastos del contrato. Este incluye:
- Todos los gastos asociados a la compra del vehículo (como, por ejemplo, el impuesto de matriculación).
- Servicio de mantenimiento y revisiones, así como el cambio de neumáticos. Normalmente, en el contrato de renting se suele incluir una cláusula que obliga al conductor a acudir cada cierto tiempo a revisar el coche. Estas revisiones obligatorias están incluidas, así como las reparaciones necesarias en caso de avería.
- Servicio de asistencia en carretera.
- Seguro.
- Servicio de reclamación de multas hasta agotar la vía administrativa.
Teniendo en cuenta todo lo que incluye el servicio de renting, no es de extrañar que sea una opción tan popular entre negocios y particulares. Sin embargo, se debe tener en cuenta que existen una serie de gastos que el renting no incluye como, por ejemplo, el repostaje, las multas que no puedan ser recurridas con éxito, y la reparación de daños en caso de negligencia del conductor.
Por último, existen algunas diferencias entre el renting y el leasing. La más importante tiene lugar a la finalización del contrato. En el renting, el arrendatario puede prorrogar el contrato o devolver el coche mientras que el leasing le ofrece una tercera opción: adquirir el vehículo por su valor residual.
Ventajas fiscales para empresas y particulares
La segunda razón por la cual tanto negocios como particulares deciden obtener un coche mediante un contrato de renting, en lugar de comprarlo, es que este sistema ofrece ciertas ventajas fiscales. Para la Agencia Tributaria, la compra de un coche supone una inversión que no es deducible del impuesto sobre la renta de personas físicas, en el caso de los autónomos y particulares. Por otro lado, el renting se considera un alquiler que puede incluirse en los gastos corrientes y que es totalmente deducible en cualquiera de los dos casos. Esa es la gran ventaja de este sistema: es posible deducir la totalidad de la cuota mensual de renting del IS y del IRPF.
Además, lo habitual es que pueda también deducirse el 50 % del IVA aplicado a la cuota, aunque si se demuestra que el vehículo se utiliza exclusivamente para el desarrollo de la actividad profesional, se puede deducir el 100 % del IVA.
En definitiva, muchas empresas, pymes y autónomos optan por las muchas ventajas que les ofrece un servicio de renting para disponer de un vehículo con el que desarrollar su actividad económica. En BBVA, ponemos a disposición de nuestros clientes el servicio BBVA Autorenting, con múltiples opciones de plazos y kilometraje y la posibilidad de elegir vehículos nuevos en cualquier concesionario oficial español. Descubre todo lo que debes saber sobre este servicio en bbva.es o acércate a cualquiera de nuestras sucursales para obtener más información.