Qué es la responsabilidad civil y cómo afecta a los dueños de mascotas
La responsabilidad civil puede definirse en términos generales como la obligación de reparar los daños o perjuicios ocasionados a otra persona derivados de la actuación propia o de aquello de lo que se deba responder.
El Código Civil en el artículo 1905 dispone: “El poseedor de un animal, o el que se sirve de él, es responsable de los perjuicios que causare, aunque se le escape o extravíe. Sólo cesará esta responsabilidad en el caso de que el daño proviniera de fuerza mayor o de culpa del que lo hubiese sufrido.”
En un contrato de seguro de responsabilidad civil el asegurador se obliga, dentro de los límites establecidos por la Ley y en el propio contrato, a cubrir el riesgo del nacimiento, a cargo del asegurado, de la obligación de indemnizar a un tercero los daños y perjuicios causados por un hecho previsto en el contrato de cuyas consecuencias sea civilmente responsable el asegurado.
Al obligar a los dueños de perros a contratar un seguro para mascotas, se asegura, conforme a las condiciones del contrato, que pueda hacerse frente a las compensaciones que puedan derivarse de esta responsabilidad civil. De esta forma, los posibles perjudicados por las acciones del animal pueden recibir una compensación económica que cubra los gastos médicos o personales derivados de heridas corporales, así como de los posibles daños materiales causados por la mascota. Además, este tipo de seguros cubre también los gastos de asistencia y asesoramiento jurídico derivados de los procedimientos legales en los que pueda verse envuelto el dueño del animal debido a la conducta del mismo.
Hay que tener en cuenta, que para que el seguro se haga cargo de los gastos derivados de la responsabilidad civil, el dueño del animal debe también cumplir con el resto de las obligaciones descritas en la normativa. Estas obligaciones incluyen, entre otras, inscribir a la mascota en el Registro de animales potencialmente peligrosos, comunicar su pérdida o extravío, o utilizar correas y bozales homologados cuando el perro se encuentre en un espacio público.
Quién tiene obligación de contratar un seguro para perros
En las comunidades de Madrid y el País Vasco es obligatorio contratar un seguro para perros, sea cual sea su raza. En el resto de España solo es obligatorio contratar un seguro de responsabilidad civil para perros en el caso de que estos estén clasificados como “potencialmente peligrosos”. Se trata de una categoría que cuenta con distintas definiciones en función de cada comunidad autónoma, pero que incluye siempre, como mínimo, las ocho razas recogidas en el Real Decreto 287/2002, por el que se desarrolla la Ley 50/1999, sobre el régimen jurídico de la tenencia de animales potencialmente peligrosos. Los perros incluidos en esta categoría son el Pitbull terrier, el Staffordshire bull terrier, el American staffordshire terrier, el Rottweiler, el Dogo argentino, el Fila brasileiro, el Tosa inu y el Akita inu.
Además de estas razas, también pueden considerarse potencialmente peligrosos —y, por lo tanto, sujetos al seguro obligatorio— otro tipo de animales de la especie canina cuyas características se correspondan con las determinadas en el Real Decreto mencionado anteriormente. A su vez, los animales de comportamiento agresivo o que ya han tenido episodios violentos en el pasado, la potencial peligrosidad habrá de ser apreciada por la autoridad competente, y, en ese caso, sus dueños tienen la obligación de contratar un seguro de responsabilidad civil.
Otras coberturas de los seguros para perros
Además de los seguros de responsabilidad civil, muchas compañías aseguradoras ofrecen seguros para mascotas que cubren, no solo los daños a terceros, sino otra serie de gastos relacionados con los cuidados del animal. Dependiendo del seguro que se contrata, esta cobertura puede incluir compensaciones en caso de extravío o robo, costes veterinarios del animal (incluido el sacrificio del mismo), o el pago de una residencia canina en el caso de que el dueño deba ser hospitalizado y no pueda hacerse cargo de su mascota. Algunos seguros incluyen también, dentro de la cobertura veterinaria, teléfonos de atención al cliente donde el dueño del perro puede recibir asesoramiento de un veterinario.
Para contratar este tipo de seguros con cobertura más amplia, es necesario que el animal cumpla con una serie de condiciones: ser menor de nueve años y estar en perfecto estado de salud, además de contar con toda la documentación pertinente en términos de regulación obligatoria (censo, microchip, vacunas al día, libro de origen en caso de que tenga pedigrí, etc.).