El currículum vitae es algo que está en constante evolución. No hay una verdad universal que valga para esta carta de presentación al mundo laboral, ni modelo que perdure a lo largo del tiempo.
Uno de los aspectos que puede marcar la diferencia entre países, y que está en constante revisión, es el incluir una foto en el currículum. ¿Sí o no? ¿A favor o en contra? ¿Debemos o no debemos incluirla? ¿Nos penaliza? ¿Nos abre puertas?
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Veamos qué dicen y opinan algunos expertos.
Una de las primeras cosas que debes tener en cuenta es el país al que vas a enviar esta carta de presentación. Si lo haces en España, lo normal es que incluyas la foto en tu currículum. “Por eso, cuando recibes un currículum vitae sin fotografía se puede llegar a pensar que se oculta algo o que el candidato no tiene mucho interés por la oferta porque ha enviado su candidatura de forma rápida, incompleta y sin preparación previa”, explica Cristina Arróniz, consultora de Recursos Humanos.
Si, en cambio, buscas en Reino Unido o Estados Unidos, lo mejor es que no lo hagas.
Qué ventajas tiene la foto de tu currículum
No importa tu físico
Marcando diferencias con la foto de tu currículum
Además, con la foto del currículum puedes transmitir parte de tu personalidad, además de marcar cuál es tu diferencia: “a través de nuestra imagen podemos transmitir confianza, seguridad, cercanía, seriedad, cordialidad, etc. Nos sirve también para diferenciarnos del resto de los candidatos, por lo que transmitimos, por nuestro vestuario acorde para el puesto, por nuestra sonrisa, por la calidad de la fotografía, etc.” detalla la consultora de Recursos Humanos.
Ten en cuenta que, aunque los reclutadores puedan “cotillear” tus perfiles en redes sociales, es importante que selecciones bien la foto que vas a poner en el currículum vitae que presentes. Tal y como subraya la responsable de Jobandtalent, “es una forma rápida de marcar la diferencia: no hay dos caras iguales. Además, una fotografía hace que un currículum vitae se vea más ameno y permite que la página respire”.
También hay que tener en cuenta que, sobre todo si tienes un nombre y apellidos “corrientes” (Antonio Sánchez, por ejemplo), no es tan fácil que los responsables de recursos humanos te encuentren tan fácilmente. Esto no quita que debas cuidar tu presencia en redes sociales: “personalmente me estoy encontrando que todavía hay bastantes candidatos que no están en LinkedIn, algo que me sorprende, sobre todo si están en búsqueda activa de empleo y de nuevos proyectos profesionales” asegura Cristina Arróniz.
La consultora de Recursos Humanos recuerda que las redes sociales de los candidatos también pueden ser una fuente de información importante para los seleccionadores: “ayuda a saber si el candidato tiene competencias digitales, además de mostrar qué tipo de información publica, cuáles son sus aficiones, si tiene una buena red de contactos y, sobre todo, permite comprobar si en las redes sociales incluye información que puede ser comprometida para su futura empresa”.
Hay que incluir una foto en tu currículum, pero no cualquier foto
Así pues, y una vez que tenemos claro que lo mejor es que incluyamos una foto en el currículum vitae que vayamos a enviar, debemos ser conscientes de que no vale cualquiera.
Desde Jobandtalent recomiendan que la foto del currículum tenga un tamaño carnet o ligeramente mayor, y se coloque en la parte superior del mismo, bien en la esquina derecha o izquierda.
Además, consideran que se debe utilizar una pose natural, de cara a la cámara y con una “sonrisa leve y agradable”. También es recomendable mantener una mirada directa y amable: “en este sentido, hay que tener cuidado con el lenguaje no verbal”. Un plano medio es la mejor opción (en lo relativo al encuadre). Como en una foto de carnet, el fondo debe ser neutro y con luz natural. Por esta razón, “es mejor sacar la fotografía por la mañana, cuando la luz del sol es menos agresiva”, incide Ana Gómez.
El vestuario también debe ser neutral y atemporal: “siempre es recomendable que en la foto del currículum se escoja el tipo de ropa acorde al puesto de trabajo que se desee. Asimismo, se deben evitar colores chillones, así como estampados que distraigan o sean excesivamente llamativos”.
El objetivo es que la fotografía sea lo más profesional posible: “hay que olvidarse de fotos recortadas o selfies”. Por eso, tampoco descartes la opción de recurrir a un fotógrafo profesional e invertir un dinero y tiempo para mostrar tu mejor cara.
Las recomendaciones de Cristina Arróniz son similares: “lo que tiene que hacer el candidato es preguntarse y definir qué es lo que quiere transmitir con su fotografía, y que la imagen elegida sea coherente con su perfil y su carrera profesional”.
Lo que la foto de tu currículum dice de ti
Este aspecto resulta fundamental porque los expertos en RR.HH. Valoran que muestres coherencia, es decir, que tu fotografía esté alineada con la imagen que quieres dar, con tu trayectoria profesional y con el perfil que la empresa busca.
Ten en cuenta, tal y como recuerdan desde Jobandtalent, que la foto del currículum es la primera impresión, y el objetivo del candidato es dejar el mejor recuerdo posible en el departamento de Recursos Humanos de la empresa en la que está interesado.
“Una fotografía puede mostrar dejadez. Cuellos de camisas mal colocados, ropa arrugada, camisas sin planchar o nudos de corbata torcidos son aspectos que indican que el candidato no ha tomado el tiempo necesario para cuidar todos los detalles”, sentencia Ana Gómez.