Todo es diferente con un coche eléctrico: las sensaciones al volante, el ruido del motor se vuelve casi inexistente y también cambia el modo de repostar. Y es que los vehículos eléctricos son medios de transporte verdes y limpios, ya que no emiten a la atmósfera gases de efecto invernadero. Esto quiere decir que, para ponerse en marcha y desplazarse, no emplean combustibles fósiles como el gasoil o la gasolina.
Propulsados por motores de electricidad en vez de por un motor de combustión interna, los coches eléctricos ‘repostan’ recargando la energía de sus baterías. ¿Y cómo lo hacen? ¿Qué tiempo tardan en realizar una recarga completa y cuanto cuesta? ¿Cómo es el cargador de un coche eléctrico? Este artículo damos respuesta a todas estas cuestiones.
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¿Qué caracteriza a la recarga y al cargador de un coche eléctrico?
Acerca del cargador de un coche eléctrico, resulta esencial distinguir, antes que nada, entre kilovatio (kW) y kilovatio por hora (kWh), ya que son términos que a menudo se mezclan y usan como sinónimos, aunque correspondan a realidades muy distintas. El kilovatio es una unidad de potencia, es decir, cuantifica la capacidad que tiene el motor de un vehículo eléctrico, o su cable de recarga, para transmitir energía en forma de electricidad. Sin embargo, respecto al kilovatio por hora, este se trata de una unidad de medida que registra el volumen de energía que la batería de un coche eléctrico puede almacenar.
Así pues, mientras que, por un lado, el nivel de kilovatios de un cable de recarga de un automóvil eléctrico arroja información sobre el tiempo que este tarda en volver a cargarse, por otro, los kilovatios por hora de las baterías indican la autonomía del coche o la distancia que es capaz de recorrer hasta que necesita ser enchufado de nuevo a la red.
De igual manera, también es muy importante, cuando se habla de cargadores de coches eléctricos, distinguir los dos tipos de cargas que hay hoy en día:
- Cargas monofásicas: el cargador únicamente cuenta con una fase de corriente alterna o directa a partir de la que realizar la recarga de las baterías del coche eléctrico, lo que significa que la tensión que soporta este tipo de cargas va de los 220 voltios a los 230 voltios; es la tensión eléctrica habitual en la mayoría de viviendas.
- Cargas trifásicas: son tres corrientes alternas distintas las que entran a la vez y de forma independiente en el vehículo (ha de ser un coche eléctrico compatible con esta modalidad de carga), una característica que reduce considerablemente el tiempo de recarga de las baterías.
Según el modelo de coche eléctrico en cuestión, estos automóviles poseen su puesto de carga en la parte delantera o posterior. No debes olvidar que, cuando vayas a proceder a la recarga de tu vehículo, siempre tienes que conectar primero el cable al punto de carga y después al coche. Habitualmente, los coches eléctricos traen dos tipos de cables: uno para llevar a cabo cargas dentro del domicilio (más lentas) y un segundo cable (que resulta opcional en algunos modelos) ideado para realizar cargas semi-rápidas y rápidas en los puntos habilitados por los ayuntamientos y comercios.
¿Qué tipos y modo de recarga de un coche eléctrico existen?
- Modo de recarga 1, o ‘schuko’: la recarga de tu coche se lleva a cabo mediante una conexión a la red eléctrica que no es específica para este tipo de vehículos. De esta forma, para recargar las baterías de tu automóvil, como si se tratase de una nevera o del horno, conectas el cable de carga a cualquier enchufe doméstico (también denominado toma ‘schuko’). Supone, por tanto, el sistema de recarga más fácil de todos, pero también el más lento, debido a que el caudal de entrada de energía se ve reducido.
- Modo de recarga 2, o carga lenta: este modo de recarga está ideado para proceder a la carga de las baterías del coche eléctrico en el garaje de tu casa. Por ello, es monofásica y recurre a una tensión de 230 voltios. Para hacer completamente seguro el procedimiento, el automóvil se conecta a la red gracias a un adaptador. El tiempo de carga oscila entre las seis y las ocho horas, lo que hace que se lleve a cabo durante las horas nocturnas, cuando la luz suele tener un precio más barato.
- Modo de recarga 3, o carga semi-rápida: es un tipo de recarga específica para coches eléctricos. A diferencia del modo 2, en este caso hay un cable que se halla anclado de forma permanente al punto de carga. Posee la capacidad de detectar en qué punto se encuentra la recarga. Además, el modo 3 disminuye el tiempo de carga, que pasa a necesitar de un lapso de tan solo tres o cuatro horas.
- Modo de recarga cuatro o carga rápida: los cargadores que ejecutan esta modalidad de recarga no suelen encontrarse instalados en las viviendas, sino en puntos habilitados dentro de la ciudad (en estaciones de recarga del ayuntamiento, centros comerciales, etc.). A menudo, la carga rápida supera los 50 kilovatios de potencia, de modo que el tiempo de la operación se reduce a aproximadamente a 30 minutos. Sin embargo, las baterías se recalientan con este procedimiento y no resulta aconsejable optar a diario por este modo de recarga. En lugar de ello, se recomienda utilizar el modo 4 de manera puntual y separada en el tiempo.
¿Cuánto cuesta cargar un coche eléctrico?
El precio que cuesta cargar un coche eléctrico puede variar en función de un sinfín de parámetros. Por ejemplo, algunos ayuntamientos, así como determinados comercios y centros comerciales, han instalado puntos de recarga gratuitos. En estos supuestos, el conductor paga cero euros cuando recarga. Si, en cambio, recargas tu automóvil en casa (que puede ser una vivienda unifamiliar o un garaje comunitario), el modo de recarga (‘schuko’, lenta o semi-rápida) y el tipo de instalación, tarifa y potencia eléctrica que tienes contratadas con la empresa que te suministra electricidad, marcarán el tiempo de recarga y la cuantía que esta tendrá en tu bolsillo.
Aparte del lugar donde recargues y del modo que emplees, también debes considerar que no todos los modelos de coches eléctricos consumen igual o, por decirlo de otra manera, no son iguales a la hora de transformar en movimiento la energía eléctrica de sus baterías.
Pese a todas las variables enumeradas, se ha estimado que, sin incluir ventajas como la bonificación del 75% en el impuesto de circulación o la exención del pago cuando se estaciona en el centro de la ciudad, el ahorro aproximado (al año) que puede reportar el hecho de utilizar un coche 100% eléctrico puede llega a alcanzar los 750 euros, ya que son vehículos más eficientes y consumen menos energía que los automóviles convencionales. En la comparativa entre cuánta cantidad de gasolina o gasoil necesita un coche con motor de combustión y el volumen de electricidad que demanda uno eléctrico, este último ofrece mucho mejor rendimiento, y consumos inferiores.
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