Amortización alemana
La amortización alemana, considerada para muchos como una variante de la amortización francesa, es aquella en el que el prestatario del préstamo (es habitual en las hipotecas) abona una cuota fija cada mes, la cual se compone de una pequeña parte de capital (que va aumentando con el paso del tiempo) y, sobre todo en los inicios, de intereses. Estos, y a diferencia de lo que ocurre en el sistema francés, se obtienen de forma anticipada, es decir, se calculan sobre el capital que quede por pagar a principio de año (o el resultante del periodo anterior).