BBVA Valora Coches
¿Qué puede condicionar la compra de un coche?
- Adquisición: a la hora de comprar un coche, es necesario que valores el gasto que esto va a suponerte. Para ello, no solo debes fijarte en su precio de venta (o cantidad que abonas al sacar el vehículo del concesionario). También debes valorar otros gastos que, a lo largo de la vida del coche, tendrás que asumir como, por ejemplo:
- Consumo: en función del tipo de vehículo que adquieras (gasolina, diésel, eléctrico, híbrido, etc.) consumirás un combustible y otro. Esto hará que tu inversión en él varíe, al no gastar todos lo mismo ‘a los 100’ ni costar lo mismo ‘el litro’ de cada uno. ¿Cuál sería la media?
- Gasolina (95CV): 0.255€/km y 8.4 €/100km.
- Diésel: (95CV): 0.234€/km y 5.5€/100km.
- GLP (90CV): 0.232 €/km y 5.9€/100km.
- Eléctrico (92 CV): 0.241€/km y 1.2€/100 km.
- Revisiones periódicas: si decides comprar un coche nuevo, y de cara a evitar posibles averías en el futuro, lleva a cabo las revisiones que, en base al kilometraje del mismo, se recomiendan para mantenerlo en un estado óptimo. Serían:
- La primera a los 10.000 - 15.000 km (o a los 12 meses si no se llega a esta cifra).
- La segunda a los 30.000 km.
- La tercera a los 60.000 km.
Si optas por un vehículo de segunda mano, y lo haces con una casa especializada, normalmente cuentas con la garantía de que al coche se le han realizado todas las revisiones necesarias (en base a sus años y los kilómetros recorridos). Si lo compras a un particular, el riesgo es mayor, ya que no puedes estar seguro de que el coche haya recibido los cuidados adecuados antes de llegar a tus manos.
Con el mismo objetivo, y en el caso de los coches nuevos, también se ha de seguir un calendario a la hora de ‘pasar la ITV’:
- Primera revisión: a los 4 años.
- De los 4 a los 10 años: cada 2 años.
- A partir de los 10 años: cada año.
Si el coche es de segunda mano, lo primero que has de hacer es preguntar los años del vehículo. Este dato te ayudará a saber cuando debe pasar la próxima inspección (y las sucesivas).
- Financiación: a la hora de comprar un coche, debes valorar primero si quieres (y puedes) abonar ese primer pago, correspondiente a su precio de venta, y quedártelo en propiedad o si, en su lugar, prefieres fraccionarlo. Decidirte por la primera opción, a su vez, te permite abonar la cantidad total de una sola vez o, en su lugar, recurrir a un préstamo, con el pagarás una cuota más reducida (con sus intereses) cada mes. Si ninguna de ellas se adapta a lo que buscas, existe una tercera opción: el renting. Si bien con él no adquieres el coche en propiedad (al menos inicialmente), si lo tienes a tu disposición (en base a unas condiciones previamente pactadas y plasmadas en un contrato) por un tiempo determinado, tras el cual podrás optar por renovar el acuerdo (con ese mismo vehículo u otro), comprarlo (si ha cumplido tus expectativas y puedes permitírtelo) o rechazarlo.
- Estado: comprar un coche nuevo te asegura que este se encuentra en perfectas condiciones, al estar recién ‘salido de fábrica’. Además, cuentas con garantía de fábrica de 2 años. Sin embargo, si adquieres un modelo de segunda mano (ya sea a un particular o a una casa especializada) puedes no disponer de las mismas garantías. En ambos casos, y más en el segundo, es recomendable que revises el contrato de compra-venta para conocerlas y/o reclamar aquellas que no estén incluidas.
- Uso: hoy en día, ya no vas a elegir un coche únicamente porque te guste el modelo, en base a su diseño o sus prestaciones. Juega un papel clave el uso que le vayas a dar. Así, tu elección no será la misma si lo vas a conducir por ciudad, y en trayectos cortos, que si vas a emprender con él esos largos viajes (vacacionales habitualmente) cuyo destino se encuentra a muchos kilómetros de distancia. De igual modo, también influye el hecho de que los realices solo, en pareja o en familia. Para cada caso, se requiere tanto un número de plazas como un espacio en el maletero diferente, lo que hace fundamental que revises ambos aspectos antes de proceder a la compra de tu nuevo coche.
- Gadgets: las prestaciones que definen a un coche hoy en día, haciéndolo más útil a la par que cómodo, no son las mismas que hace unos años. Si bien antiguamente destacaban por tener ‘aire acondicionado’, ‘elevalunas eléctrico’ o ‘dirección asistida’, hoy, y gracias a los avances tecnológicos y a la creciente apuesta por la innovación, la inclusión de GPS o de conexión a Internet en el vehículo, junto a la sensorización del mismo, resultan factores diferenciales en su compra.