¿Qué es el IPC armonizado?

24/06/2021

Parte de la información que llega a la sociedad está codificada a través de conceptos que no forman parte del imaginario colectivo. Es el caso, por ejemplo, del Índice de Precios de Consumo. Este indicador es un baremo que sirve para medir el actual coste de la vida, ya que se calcula en base a los precios de los bienes y servicios de consumo más demandados por la sociedad. En resumidas cuentas, se trata de un instrumento que marca la evolución de los precios y, por ello, también se emplea para contextualizar la inflación (el precio del dinero), que se define como la “subida generalizada de los precios de una economía”. 

Respecto al IPC, cada país tiene tanto un indicador como una cesta de productos propios, cuyas ponderaciones corren a cargo del organismo oficial encargado. Para estas mediciones, la autoridad designada se basa en la incidencia en la economía de las distintas categorías seleccionadas. En España, existen 12 categorías y la institución que se ocupa de estudiar el IPC es el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los valores del IPC cambian de un país a otro. De hecho, de cara a poder comparar la inflación entre diferentes naciones resulta imprescindible disponer de un sistema de medida común. En concreto, después de la firma del Tratado de Maastricht (1992), se hizo evidente la necesidad de crear un indicador colectivo dentro de la UE para poder mantener bajo control el aumento de los precios y que, de esta forma, no excedieran ciertos límites. Con este objetivo, se ideó el denominado IPC armonizado, una modalidad del Índice de Precios de Consumo que se utiliza en toda la UE con el fin de poder comparar el IPC de los países miembros. 

Al igual que ocurre con el IPC nacional, la evolución del IPC armonizado es tomada como instrumento de referencia mediante el que poder observar si la economía toma un cariz inflacionario o si, por el contrario, aparece el riesgo de deflación (inflación negativa). No obstante, si quieres saber más sobre las características, su modo cálculo o las aplicaciones del IPC armonizado, ¡no te pierdas este artículo!

Como se ha señalado anteriormente, el IPC Armonizado aúna y compara los índices nacionales de todos los países pertenecientes a la UE, con el fin de buscar un mayor equilibrio comunitario. Entre ambas modalidades del Índice de Precios de Consumo, la primera gran diferencia se encuentra en la cesta de productos que se toma como referencia para su cálculo. 

En vez de realizar una ponderación general, puesto que cada Estado incluye en la cesta del IPC unos bienes de consumo distintos, lo que se lleva a cabo es una armonización de dicha cesta, de modo que las categorías de productos y artículos (entre las que se hallan alimentos, tabaco, bebidas alcohólicas y no alcohólicas, gastos en vivienda, medicinas o transporte) sean equivalentes para un habitante de España, Francia u Holanda, por citar tres nacionalidades. 

En segundo lugar, cabe destacar que el gasto de consumo en el IPC nacional solo tiene en consideración a los ciudadanos residentes; mientras que el IPC armonizado analiza el gasto que han realizado todos los hogares dentro de un territorio concreto, sean o no residentes.

Asimismo, todas las categorías que conforman el IPC armonizado no gozan de idéntica relevancia. Si se hace un cómputo global, hay elementos que comprenden una importancia mayor en determinados países. Por ello, el cálculo del IPCA está basado en un principio de proporcionalidad. En España, esta información se obtiene de la Encuesta Continua de Presupuestos Familiares (ECPF). 

Para que todos los Estados miembros pudiesen establecer una ponderación común a partir de la que extraer el IPC armonizado, la Comisión Europea designó su cálculo a Eurostat, la Oficina Europea de Estadística. El resultado final es una media del IPC de la eurozona; es decir, de todos aquellos países que usan el euro como moneda.

En el IPCA, la resta de artículos de la cesta nacional se eleva hasta el 9%, lo que equivaldría a unos 500 productos y servicios de consumo. Además, la ponderación que lleva a cabo Eurostat permite que, por ejemplo, una potencial subida del 4% en la categoría de vivienda no afecte a la enseñanza o a la cultura. Normalmente, la energía y los alimentos no elaborados son los que presentan unos precios más volátiles, de modo que se excluyen del IPC armonizado, perteneciendo a la llamada inflación subyacente.

El IPC no es el único indicador de precios que existe, sino que pertenece a una gama de baremos que brindan información acerca de la evolución de los precios a nivel general o por sectores productivos. Entre los más destacados, se hallan los siguientes:

- El deflactor del PIB (Producto Interior Bruto): su función principal es recoger la evolución de los precios de bienes y servicios en un período de tiempo determinado, con ponderaciones variables.

- El Índice de Precios Industriales (IPRI): se encarga de medir mensualmente la alteración de los precios de los productos industriales que se fabrican y venden a nivel nacional.

- El Índice de Precios de Comercio Exterior: un cálculo del que se hace cargo el Ministerio de Economía y Competitividad y que consiste en el seguimiento de la evolución de los precios de los flujos de exportación e importación en España.

- El Índice de Precios del Sector Servicios (IPS): se trata de un indicador trimestral que recaba información sobre la evolución de los precios desde la percepción de los suministradores de servicios.

El IPC, ya sea armonizado o nacional, influye en la cantidad final que percibes mensualmente en concepto de salario. Por ello, si quieres saber cuál será tu sueldo (neto), las retenciones que se te aplicarán a tu sueldo (bruto) o a cuánto ascenderá este año el importe de las pagas extra, la Calculadora de Sueldo de BBVA puede convertirse en tu aliado de confianza, ya que se trata de un instrumento online que, de manera rápida y sencilla, realiza por ti todos estos cálculos. 

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