Así, y teniendo en cuenta lo explicado en el párrafo anterior, hay quien considera que la opción más adecuada es contratar un seguro de vida, mientras que otros piensan, por el contrario, que es más interesante la adquisición de un plan de ahorro. Existe, no obstante, una solución que aúna las ventajas de ambos productos: el seguro de vida ahorro, el cual nos permitirá asegurar la vida y, además, ahorrar de forma periódica.
En este artículo no solo te explicamos cómo funciona el seguro de vida ahorro, sino que, además, lo haremos a partir de la descripción de los dos productos que aúna: los planes de ahorro y los seguros de vida.
Así es un seguro de vida
El clásico de los seguros es, sin duda, el seguro de vida. Con un seguro de este tipo, el tomador paga una prima para, en caso de fallecimiento, incapacidad o enfermedad grave, recibir una indemnización económica establecida en la póliza por el capital asegurado. Es el seguro clásico de, por ejemplo, autónomos y cabezas de familia que desean, de este modo, proteger económicamente a los suyos ante un imprevisto.
La prima de un seguro de vida varía con el perfil y la edad del asegurado y se puede pagar mensual, trimestral, semestral o anualmente. Además, da acceso a capitales elevados, con los que poder mantener nuestro nivel de vida y/o el de nuestras familias en caso de producirse alguna de las contingencias garantizadas.
Los seguros de vida son productos de riesgo, de modo que pagas una prima para asegurarte ante las contingencias detalladas en la póliza, dentro del periodo establecido. Por tanto, las primas abonadas no generan ni constituyen ningún ahorro, dado que están establecidas únicamente para cubrir los riesgos indicados.
Así es un plan de ahorro
El plan de ahorro, quizá junto al seguro de vida, es el otro “clásico” de las compañías de seguros. Consiste en un plan de inversión en el que, regularmente, el tomador ingresa unas cantidades de dinero y éstas, a modo de hucha, van generando rendimientos con el paso del tiempo. El plan de ahorro tiene mucho que ver con los planes de pensiones, ya que, precisamente, comparte con estos una gran similitud en cuanto a la finalidad: el que ingresa dinero suele hacerlo para obtener el día de mañana un complemento económico, por ejemplo, a su pensión.
Ahora bien, hay dos cosas que diferencian radicalmente a los planes de ahorro y de pensiones: su duración y su tributación. A diferencia de los planes de pensiones, un plan de ahorro no es necesario vincularlo a la jubilación y su duración se estipula a priori en el contrato (5, 10, 20 o los años que se quiera). En lo que concierne a la tributación, los Planes de Pensiones Individuales disfrutan de ventajas fiscales mientras que, los planes de ahorro pueden o no tener exención fiscal dependiendo del producto concreto.
¿Existe una posibilidad de combinar ambos productos? ¡Desde luego! Para ello sirve lo que se conoce como seguro de vida ahorro.
Así es un seguro de vida ahorro
El seguro de vida ahorro se podría entender como la unión de un plan de ahorro y de un seguro de vida. Existen múltiples opciones de productos ‘vida ahorro’ que se adaptan a las diferentes necesidades de ahorro que puedan tener los asegurados, algunos permiten realizar aportaciones periódicas, modificarlas o pausarlas si se necesita y otras se constituyen con una única aportación inicial.
En general el objetivo de los productos ‘vida ahorro’ es planificar el aspecto financiero cuando se encara la jubilación. Ayudan a afrontar una de las mayores incertidumbres que se generan: ¿cómo se puede mantener o complementar el nivel de vida, con la pensión de jubilación que se va a recibir? El descenso del poder adquisitivo en el momento de la jubilación es un hecho que preocupa cada vez a más ciudadanos.
A la hora de contratar un producto de ‘vida ahorro’ es fundamental estar asesorado, para contratar aquel que más se adecue a las necesidades familiares y financieras. Es imprescindible conocer aspectos como la rentabilidad esperada del producto, la liquidez del mismo, o las “penalizaciones” financieras o fiscales, que pueda suponer ejercer el derecho de rescate antes del vencimiento y que,además, podría suponer que el asegurado recuperase una cantidad sensiblemente inferior a la inicialmente aportada. Por último es fundamental conocer las condiciones de garantía del capital aportado.
Otro aspecto a destacar y a valorar a la hora de contratar un seguro de vida ahorro son las ventajas fiscales que suelen disfrutar este tipos de productos, ventajas que se ofrecen precisamente para fomentar y hacer atractivo el ahorro privado como complemento para la jubilación. Un ejemplo es el de los Planes de Previsión Asegurados (PPA), que tienen como finalidad contribuir económicamente el día de mañana y garantizando el capital alcanzado a esa fecha con absoluta seguridad, con una rentabilidad estable y un mejor tratamiento fiscal del dinero, que permite deducir parte de las aportaciones realizadas al plan.