Autoconsumo y ahorro: dos caminos que llevan a la transformación sostenible
Para Francisco Vaño, las empresas agrícolas, o involucradas en el sector agronómico, “han de ser autosuficientes, y no solo en lo energético, también en lo hídrico”. Castillo de Canena es un ejemplo de esta ‘autosuficiencia’. Para conseguirla, y entre las soluciones implementadas, destaca la implantación de “un sistema de megavatio de planta fotovoltaica flotante, con el que nos autoabastecemos y, además, evitamos, en un porcentaje muy alto, la evaporación, con lo que hacemos una optimización de un recurso tan escaso como el agua”, nos comenta Francisco.
No es la única medida que Castillo de Canena utiliza para ‘potenciar’ la transformación sostenible. Como explica Juan Miguel Negri, experto en financiación y sostenibilidad de BBVA, “a través de la digitalización, tienen controlados todos y cada uno de los olivos, y les suministran agua solo cuando la necesitan, es decir, funciona cuando ha de funcionar”. Y eso se traduce, entre otras cosas, en algo muy importante: “calidad en el producto, que es lo que, en definitiva, quiere el consumidor”.
¿Cómo ayuda BBVA a fomentar el autoconsumo en el sector agrícola?
BBVA, como explica Juan Miguel Negri, “tiene una prioridad estratégica y es acompañar a sus clientes hacia un futuro más verde e inclusivo”. Para ello, sigue contando, “les ayuda, por ejemplo, a cambiar la maquinaria que tienen por otra más eficiente, a buscar esas subvenciones que, en base a los Fondos Europeos, se van creando (y con las que pueden abaratar su inversión) y, también, les apoyan con financiación. Se trata, en resumen, de un paquete ‘llave en mano’ que nuestros clientes pueden valorar”.
Eso sí, todos los clientes han de tener en cuenta que los beneficios que va a reportar este proceso de transformación sostenible, en la mayoría de los casos, serán a largo plazo. Además, deben “desplazar” esa tendencia, como indica Francisco, que les lleva a “apuntar solo a una parte de la sostenibilidad, la medioambiental, y a hablar poco de la principal sostenibilidad: la económica”. Porque, como añade, “si los agricultores no disponemos de los recursos suficientes para poder financiar estas actividades, morimos”.
Y aquí es donde BBVA juega un papel muy importante, concluye Francisco: “apoyan y sostienen, comprenden, y, en definitiva, están cerca de los agricultores, entendiendo su problemática, que no siempre es fácil. Esto es fundamental para defender esta sostenibilidad económica”.