Diferencias entre los coches híbridos y los coches eléctricos

Ya lo dice la canción: los tiempos están cambiando. Cada vez hay más personas que, preocupadas por la preservación del medio ambiente y decididas a rebajar los enormes niveles de contaminación que produce la actividad humana, adoptan prácticas de consumo sostenible no perjudiciales para la naturaleza. También cuando compran un coche. 

Si antes, a la hora de decidir entre varios modelos de automóvil, se priorizaban características como la velocidad punta que alcanza o el color de su carrocería, ahora muchos conductores buscan que además el vehículo que adquieran sea respetuoso con el entorno y les permita ahorrar en combustible. Los coches híbridos y eléctricos son la respuesta del sector automovilístico a estas nuevas necesidades de gran número de compradores. Sigue leyendo para descubrir las diferencias entre automóviles híbridos y eléctricos, y qué ventajas te ofrecen respecto a los vehículos convencionales de gasoil o gasolina.

Los coches híbridos cuentan con un sistema de impulsión compuesto por dos motores: uno de combustión y otro eléctrico. Esto quiere decir que esta modalidad de automóvil, cuando se desplaza, alterna entre el uso de ambas fuentes de energía. Respecto a los vehículos convencionales, los coches híbridos suponen un salto hacia adelante en cuanto a reducción de la cantidad de dióxido de carbono (CO2) emitido a la atmósfera y también por el hecho de que la conducción de estos automóviles resulta más económica para sus propietarios, los cuales necesitan repostar menos veces combustible.

Aunque los coches híbridos suelen tener un precio de venta superior dentro del mercado, la compra de un automóvil de estas características no debe verse como un gasto sino como inversión porque, con el transcurso del tiempo, usar un automóvil híbrido genera beneficios económicos mediante el ahorro en carburante. 

La tecnología desempeña un papel crucial en el funcionamiento de los coches híbridos. Y es que mientras se circula con ellos, el vehículo va alternando o combinando, según lo que se precise, el uso de un motor u otro. Hay modelos, por ejemplo, que aprovechan las frenadas para recargar la batería que alimenta el motor eléctrico. Otros, sin embargo, son enchufables a la red eléctrica.

Los coches eléctricos son vehículos que funcionan gracias a uno o más motores alimentados por la energía en forma de electricidad que el automóvil almacena a través de baterías. De esta manera, los coches eléctricos no emplean combustible para desplazarse, sino que se recargan enchufándolos, mediante cable, a la red eléctrica. 

El uso de electricidad como fuente de energía confiere las dos principales características ventajosas de estos coches: al no disponer de motor de combustión interna, son respetuosos con el medio ambiente (no emiten dióxido de carbono) y además resultan muy silenciosos, debido a que desaparece el ensordecedor ruido producido por los vehículos de gasolina y gasoil cuando están en marcha. 

Sobre el motor de los coches eléctricos, también ha de destacarse que resulta mucho más sencillo que el de los automóviles tradicionales, porque el número de piezas se reduce. No obstante, la eficiencia energética de los automóviles eléctricos a la hora de transformar en movimiento la energía que consumen se eleva hasta el 90%, un porcentaje inalcanzable para sus competidores híbridos o convencionales.

• Aparte de que suelen seguir un proceso de fabricación más ético y respetuoso con el medio ambiente, la escasa contaminación que generan los coches híbridos es, sin duda, su atributo más destacado. Aunque depende del modelo, un automóvil híbrido alternando su motor eléctrico y de combustión puede llegar a consumir en torno a un 45% menos de combustible. En el caso de los vehículos totalmente eléctricos, no emiten dióxido de carbono y suponen el mayor avance hacia una conducción sostenible y de futuro.
• Como se ha indicado, los coches ecológicos son, por norma general, más silenciosos, algo que contribuye a rebajar los niveles de contaminación acústica o sonora.
• La intervención del motor eléctrico vuelve más suave la conducción y, por este motivo, las piezas de un coche ecológico vibran menos y sufren un desgaste inferior si son comparadas con las de un automóvil convencional, lo que al final revierte en revisiones y mantenimientos más espaciados en el tiempo, y un ahorro para el bolsillo del conductor. 
• El factor económico se erige como otro aliciente destacable asociado a la compra y utilización de un coche ecológico. Reducir y, en el caso de los modelos 100% eléctricos, prescindir por completo del uso de carburantes derivados del petróleo se traduce en un ahorro considerable al año.
• Asimismo, los coches híbridos y eléctricos disfrutan de facilidades a la hora de acceder y moverse por el centro de las ciudades, así como para aparcar con tarifa reducida.
• Desde el pasado 17 de junio, el Gobierno de España tiene en marcha la segunda edición del llamado Plan Moves, una iniciativa dotada con un presupuesto cercano a los 100 millones de euros que otorga subvenciones de hasta 5.500 euros a los compradores de coches eléctricos e híbridos enchufables.
• Junto a las ayudas para su adquisición, los coches eléctricos gozan de condiciones ventajosas respecto a fiscalidad y pago de tributos. Y es que esta modalidad de vehículos no paga impuesto de matriculación y dispone de una bonificación del 75% en el impuesto de circulación. 

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