¿Cómo abrir un negocio online?

Descubre los pasos a dar para abrir este tipo de empresas.
No es poco común que, una vez se está predispuesto/a a comenzar un negocio online, aparezca ese “obstáculo” que, para muchos, no es fácil de “saltar” y que responde a una pregunta (muy simple de hacer y no tanto de responder): ¿cómo se abre un negocio online? Y es que, no siempre se tienen los conocimientos y/o el “expertise” que requiere un proceso de este tipo, por lo que, para aquellos que requieren de ayuda, en este artículo les vamos a explicar, a grandes rasgos, los pasos a dar para que lo lleven a cabo con éxito. ¡No dejes de leer!

¿Cómo abrir un negocio online?

Si, como se ha indicado al inicio, se quiere abrir un negocio online (no importa el sector) y se desconocen los pasos a dar… ¡no hay que preocuparse! Estos se indican a continuación:

1. Definir el público objetivo

Lo primero, al abrir un negocio online, es elegir el nicho de público al que uno se va a dirigir. Un paso que, aunque no parezca tan importante, sí lo es, ya que influye, y mucho, en la mayoría de las “decisiones” que se tomarán

A la hora de definir al público al que se venderá el producto, es necesario que se concreten, lo máximo posible, aspectos como, por ejemplo, su edad o el lugar en el que residen. Aunque si hay 2 factores en los que se tiene que “poner el foco” es, primero, en sus intereses y, segundo, en sus necesidades. Hay que conocer lo que le gusta y quiere y, sobre todo, si ya se está cumpliendo con su demanda (y se puede mejorar) o si, de no ser así, existe la forma de hacerlo. 

2. Elegir el producto o servicio

Una vez se define el público objetivo, lo siguiente (para abrir un negocio online) es seleccionar el producto o servicio que se va a vender. 

Hay que tener en cuenta, al hacerlo, que debe “adaptarse” a esas necesidades que se han detectado en el público objetivo y que no están cubiertas. Pero eso no es lo único en lo que hay que fijarse: también se tienen que analizar las tendencias de mercado (al ser las que indican, de cara al futuro, lo que va a destacar) y, como no, hay que determinar si el producto o servicio que se escoja va a ser rentable (al fin y al cabo, se trata de montar un negocio). En esta “rentabilidad” van a influir, sin duda alguna, procesos como el de fabricación del producto o el de envío (en el que se incluye el transporte). Por eso, hay que revisar si estos serán un gasto asumible (en esfuerzo y en coste) o no. Por último, no hay que olvidarse que, para la venta de producto, se tendrá que realizar una buena campaña de marketing.

3. Seleccionar la plataforma de Ecommerce

Es vital, al abrir un negocio online, que se escoja el ecommerce que se considere el mejor. Para ello, hay que valorar, por encima de todo, si dispone de las funcionalidades que se requieren para el desarrollo del negocio e, importante, si el precio a pagar va acorde con lo que ofrece (pudiéndose ampliar, en el futuro, si fuese necesario). 

Por ejemplo, hay que revisar si las herramientas que proporciona para el pago son las adecuadas (ya que los clientes no las utilizan por igual y lo ideal es contar con los proveedores de pago más “populares”) o si es compatible con dispositivos móviles (cada vez es más común que se compre ‘online’ desde el móvil o la tablet), sin olvidarse de las opciones de diseño que proporciona y que van a permitir que se personalice al gusto.

4. Decidir el nombre del negocio online

Antes de registrar el negocio online, para poder abrirlo, hay que elegir un nombre para el dominio. Este, por lo normal, suele ser el mismo que el del negocio, para que se encuentre más fácilmente en los buscadores, aunque hay quien le añade, por ejemplo, el tipo de producto que vende (si se venden auriculares, se incluye este término en el nombre). Una vez se tiene… es el momento de registrarlo (para que no lo utilicen otros).

5. Escoger un hosting 

Ya se tiene el ecommerce y el nombre: solo falta, a nivel técnico, el hosting (o el lugar en el que se aloja la web). Es el que garantiza que la página web de un negocio es visible y accesible para el público objetivo que se ha definido al inicio del proceso (y, también, para el público en general). 

A la hora de elegir un hosting se deben tener en cuenta, entre otros factores, el tipo de negocio online que se vaya a “montar” y la cantidad de clientes que se espera que accedan a él (a la página web, en concreto). Si no se tiene en cuenta estos aspectos, y otros tantos, es posible que el sitio web no funcione correctamente, lo que hará que la experiencia del usuario no sea buena y, previsiblemente, no vuelva a entrar.

6. Diseñar el negocio online

Tan importante es contar con un alojamiento de garantías, para la página web, como darle la imagen adecuada. Esta será lo primero que vea el cliente, por lo que, repetimos, hay que cuidarla.

Se puede partir de un “lienzo en blanco” (es decir, de la nada e ir hacia el todo) o de un plantilla prediseñada que ofrezca el ecommerce que se contrata. Esta última es, quizás, la más rápida de aplicar (si se dispone de poco tiempo), al disponer, habitualmente, de las “funcionalidades” clave que se necesitan para abrir el negocio online (galería de productos, pago, etc.). Por el contrario, si hay tiempo y recursos, la primera es la que permite una personalización más profunda (lo que presupone un resultados más “avanzado” del diseño de la web).

Tras elegir, una u otra, y tener clara la plantilla a utilizar, hay que “darle forma". Esto implica, sobre todo, que se “impregne” de la marca, lo que va a incluir, además de su nombre, el logo o los colores (entre otros aspectos). Además, y como parte de esta “personalización” de la página web, hay que darle una estructura que facilite la navegación del cliente (desde su página de inicio y/o el resto de las que la acompañan al menú de navegación o el carrito de compra).

7. Escoger “ciertas necesidades” del negocio

Al estructurar la página web, y entre las funcionalidades que se necesitan para abrir el negocio, hay que definir, y es importante hacerlo, los métodos de pago y los de envío del producto

En el primer caso, hay que intentar que se incluyan varios métodos de pago y que estén, entre ellos, los que se utilizan con más asiduidad (no tenerlos puede suponer que no terminen la compra y se vayan). Hablamos, por ejemplo, de las tarjetas de crédito o débito, PayPal, etc. En el segundo caso, hay que revisar las opciones de envío que se ofrecen. Puede no tener coste o sí (y este ser variable o fijo). Si se opta por la primera, no hay que olvidar que es un gasto para la empresa y que, por tanto, va a reducir el margen de ganancias del negocio online. En las otras dos, por el contrario, no va a impactar en ellas. 

Llegados a este punto, y como último paso, para abrir un negocio online es necesario que se plasmen, en la página web, los aspectos legales que se vinculen al tipo de negocio online que se “ponga en marcha” (por ejemplo: los textos legales, junto a lo relativo a la protección de datos y a los términos y condiciones generales).

Una vez se tengan, solo faltaría revisar el resultado final, para ver si se necesita cambiar algo y, de no ser así, ya se tendría el negocio online preparado para su apertura… siempre que se hayan recopilado los documentos necesarios y realizado los trámites que se indican a continuación.

¿Qué otros pasos se han de dar para abrir un negocio online?

En el proceso que supone la apertura de negocio online, junto a los pasos que se mencionan en el apartado anterior, se incluye (en lo relativo a la documentación y otros trámites) lo siguiente:

  • Obtener una certificación negativa: es la que certifica que no existe otra sociedad mercantil con el mismo nombre y, por lo tanto, se puede proceder a su constitución. Se obtiene, telemáticamente, en la página web del Registro Mercantil Central.
  • Conseguir un NIF provisional: se necesita para algunas de las “acciones” que lleva a cabo un negocio online (como la prestación de servicios o la adquisición de productos). Para conseguirlo, hay que presentar (un mes antes de la apertura) el modelo 036 en la AEAT. Y no hay que olvidarse de que este NIF es provisional y que, en los 6 meses siguientes a su obtención, hay que “hacerse” con el definitivo (utilizando el mismo modelo, pero marcando la casilla 120).
  • Constituir la empresa: este paso “se da” en un notario y con todos los socios (de haberlos) presentes, requiriendo de la presentación, entre otros, de estos documentos:
    • DNI de cada uno de ellos.
    • Estatutos.
    • Certificación negativa.
    • Justificantes del desembolso del capital inicial (para lo que, previamente, se tiene que abrir una cuenta de empresa).
  • Inscribir el negocio online en el Registro Mercantil Provincial: se dispone de un mes para ello (desde que se otorga la escritura pública).
  • Inscribir, en el Registro de Marcas, todo lo vinculado a ella (palabras, símbolos o imágenes), para impedir que terceros puedan usarlas.
  • Darse de alta en el IAE (presentando el modelo 036 o 037).
  • Darse de alta en la Seguridad Social: un trámite que han de realizar, sin excepción, tanto el administrador como los socios que trabajen en el negocio online. Se lleva a cabo en la Administración de la Tesorería General de la Seguridad Social o, sino, en la Sede Electrónica de la Seguridad Social.
  • Revisar si se cumple lo estipulado en las siguiente leyes:
    • Ley de Protección de Datos (LOPD).
    • Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y el Comercio Electrónico (LSSI-CE).
    • Ley de Consumidores y Comercio Electrónico.

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