A la hora de cambiar de seguro médico, es importante que se tengan en cuenta varios factores (que pueden condicionar esta decisión): permanencia, plazos para el cambio de póliza, periodo de carencia y preexistencia… todas suman al elegir la opción que más se adecúe a lo que se busca. Por eso, en este artículo, te vamos a detallar lo que tienes que saber al cambiar de seguro de salud. ¡No dejes de leer!

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¿Se puede cambiar de seguro de salud?

La respuesta es afirmativa: el tomador puede cambiar de seguro de salud, eso sí, siempre y cuando lo notifique a la compañía en el plazo estipulado (que suele ser de un mes).

¿Cuándo se puede cambiar de seguro médico?

Tal y como indica el artículo 22.2 de la Ley 50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de Seguro, si un asegurado quiere “dar por terminada” su relación con el asegurador, porque su objetivo es cambiar a otro seguro de salud, tendrá que avisarle con un mes de antelación (con respecto a la fecha de finalización del contrato). Y si, por el contrario, es el asegurador el que desea terminar el contrato, el plazo para comunicarlo al tomador es de dos meses. 

Por lo tanto, y teniendo en cuenta que la duración que se establece en el contrato de la póliza es, normalmente, de un año, el mejor momento para cambiar de seguro de salud es un mes antes de la renovación automática anual del contrato (evitando, de esta forma, que el asegurado pague algún mes de más). Por lo general, esta petición de cancelación del contrato se hace ‘por escrito’, redactando una solicitud de baja.

¿Cómo cambiar de seguro de salud?

Para cambiar de seguro de salud, como hemos avanzado, lo primero es valorar los factores que determinan si se puede, o no, “poner el marcha” el proceso de cambio (evitando, así el pago de sobrecostes). Estos son:

Cambiar un seguro de salud: la permanencia

Al contratar un seguro médico el tomador se compromete a pagar la prima de un año en un pago único o de forma fraccionada. Si el asegurado escoge la primera opción (y abona la cuota en un solo pago), perderá el dinero de los meses que no la disfrute (debido al mencionado compromiso). 

En el caso de que elija la segunda opción (y la pague mensualmente, por ejemplo), si cambia el seguro de salud a otra aseguradora, debe tener en cuenta que tendrá que seguir pagando las cuotas de la póliza antigua, a pesar de darla de baja, hasta que se cumpla el año (desde la contratación). 

No obstante, hay compañías de seguros que permiten la cancelación de la póliza antes del plazo de vencimiento por razones especiales como: desempleo, fallecimiento o cambios de residencia al extranjero.

También hay que distinguir estos 2 “conceptos” (ya que no son lo mismo): no pagar los recibos del seguro de salud y darse de baja del mismo. De hecho, los impagos de la póliza pueden provocar que la compañía de seguros denuncie el caso y que el asegurado tenga que pagar una prima mayor por morosidad.

Cambiar un seguro de salud: la carencia

El periodo de carencia es el tiempo que se ha de esperar, una vez se contrata el seguro de salud, para poder disfrutar de algunas de las coberturas y servicios de la póliza. Al cambiar de seguro médico, hay que tener en cuenta que estas carencias se reinician y, por tanto, es probable que servicios y coberturas que se disfrutaban en el anterior seguro de salud no se “activen”, en la nueva póliza, hasta que transcurra un determinado periodo de tiempo.

No obstante, hay seguros de salud que incluyen cláusulas de anulación de carencias para aquellos nuevos clientes que vengan de otras compañías de seguro.

Cambiar un seguro de salud: las preexistencias

Otro detalle a tener en cuenta a la hora de cambiar de seguro de salud son las preexistencias, que se refieren a las enfermedades o patologías que se padecen antes de que se suscriba la póliza. 

Si el tomador ha desarrollado una enfermedad durante la vigencia de su seguro de salud con la anterior compañía, estaría cubierto (con respecto a ella). Sin embargo, al cambiar y contratar el seguro médico con la nueva aseguradora, se consideraría como una preexistencia y su tratamiento podría no entrar en las coberturas de la nueva póliza o, en su lugar, hacer que el coste de la prima fuese mayor.

Cambiar de seguro de salud

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  • Seguimiento de embarazo y parto.
  • Tratamientos terapéuticos (fisioterapia, rehabilitación, radioterapia, etc.).
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  • Segunda opinión médica.
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