Los seguros de coche son uno de los servicios más útiles que un conductor puede contratar, no solo porque legalmente sea obligatorio contar con una protección mínima, sino porque en la carretera se pueden dar incontables situaciones en las que un buen seguro puede marcar la diferencia.
El reto consiste en saber qué seguro, de entre la amplísima variedad del mercado, es el adecuado para nosotros. Aquí entra en juego la relación calidad-precio, aunque como veremos a continuación, en realidad estamos hablando de necesidad-precio. Lo primero que debes hacer a la hora de buscar un seguro es preguntarte: ¿qué es exactamente lo que necesito?
Más coberturas no significan un seguro más adecuado
Seguro a terceros
El seguro a terceros es el más sencillo que se puede contratar e incluye el seguro de responsabilidad civil obligatoria, defensa jurídica y accidentes personales del conductor. Aún y así, dependiendo de cada compañía aseguradora, el seguro a terceros puede incluir también otras coberturas como:
- Asistencia en viaje
- Protección como peatón y ciclista
- Tramitación de multas
- Libre elección de Taller
- Rotura de Lunas
- Robo e incendio del vehículo.
Y aquí es cuando debemos comenzar a valorar qué es lo que más nos interesa. ¿Se podría dar el caso de que roben o incendien nuestro coche? ¿Podemos sufrir un pinchazo y quedarnos tirados en medio de la autopista? ¿Y si nos salta una piedra conduciendo y nos rompe la luna del parabrisas? ¿Cogemos el coche a diario o sólo los fines de semana? ¿El vehículo es nuevo o tiene más de 5 años? Este tipo de preguntas nos pueden ayudar a decidirnos.
Pero, ¿y qué pasa si queremos todas las coberturas posibles?
Seguros a todo riesgo
No todos los seguros a todo riesgo son iguales. De nuevo, es importante analizar el límite de daños a los que hace frente el seguro. En este caso el dato clave es el valor que la compañía aseguradora otorga al vehículo en cada momento, ya que si tenemos un accidente con resultado de siniestro total (es decir, cuando el valor de reparación supera el valor del vehículo en el momento del siniestro), ¿cuál será la cuantía de la indemnización que nos corresponda?
Por lo tanto, para elegir un seguro a todo riesgo debemos informarnos sobre cómo decide nuestra aseguradora el valor del vehículo. En este caso la ecuación suele ser sencilla: a mayor edad del coche, menor será el valor que le otorgue la compañía.
El límite de indemnización en los seguros a todo riesgo también se aplica a otro tipo de servicios y coberturas que vienen con él, entre otras, cabe destacar las coberturas de defensa jurídica y el vehículo de sustitución. Por ejemplo, en caso de tener que ir a juicio por cualquier accidente, es importante contar con una buena representación legal y la mayoría de seguros a todo riesgo cuentan con ella; sin embargo, el límite de los costes de abogado y demás gastos legales puede variar enormemente de un seguro a otro. En eso también deberías fijarte.
Entonces, ¿conviene más un seguro a terceros muy completo o un seguro a todo riesgo más económico? De nuevo, depende de las coberturas que necesites y del presupuesto del que dispongas. Y de eso hablamos a continuación.
¿De qué depende el precio de un seguro de coche?
El precio final de la póliza de nuestro seguro de coche viene determinado por varios factores. Algunos los podemos escoger, como las coberturas que ya hemos mencionado, mientras que otros vienen fijados por nuestras propias características como conductor: edad, años con el carnet, coste del vehículo que conducimos, población donde vivimos…
A estas variables se le suma, además, la posibilidad de contratar el seguro con o sin franquicia. Un seguro con franquicia determina un porcentaje de costes o daños a los que el seguro no hará frente en caso de siniestro, por lo que tendremos que ser nosotros los que nos hagamos cargo de su coste. Por este motivo, la póliza de estos seguros es más económica que la de aquellos que no tienen franquicia.
Recuerda: el seguro necesidad-precio
Es primordial contratar el seguro de coche en función de nuestras necesidades. Por ejemplo, no es aconsejable asegurar un vehículo nuevo a terceros ya que cualquier daño al vehículo puede causarnos un elevado perjuicio económico si no lo aseguramos correctamente. Por el contrario, a veces mantenemos el seguro a todo riesgo en vehículos muy antiguos y no sale a cuenta.
Por esta razón, antes de comenzar a buscar, dedica tiempo a valorar qué es lo que realmente necesitarás de tu seguro en los próximos años.